Más de una vez hemos escuchado ¡ay esa sala se parece a fulana!, y es que indefectiblemente los rasgos de nuestra personalidad influyen en la forma en que decoramos nuestros espacios, aún con la intervención de un profesional en la estancia, el lenguaje es un reflejo del gusto de quien la habita.
Los expertos en la conducta humana trabajan con lo que se conoce como eneagrama, una especie de mapa para extraer tu tipo de personalidad basándose en nueve “eneatipos”, dependiendo de la forma particular de ver las cosas. Eso se traduce a la decoración, donde inconscientemente llevamos estos rasgos al mobiliario, con los colores y piezas que escogemos.
Los hay acumuladores, que investigan y guardan, curiosos e investigadores; su estilo es elegante y cálido, pero detrás son los que no se desapegan de los objetos y los hacen parte de sus espacios. Ellos tienden a usar colores claros.
Críticos y perfeccionistas, estas personas son organizadas y cuidan en extremo el orden, no por esto sus hogares son aburridos, pues parte de su característica es que las cosas se vean bien. Aman el blanco y la luz en sus interiores. No dan mucho lugar a las excentricidades, pues su gusto es más clásico y sobrio.
El romántico se nota en sus espacios, los llena de recuerdos y anécdotas. Sus historias están en sus objetos. Les gusta recibir visita en casa y compartir con amigos. Fotos de familia y momentos especiales y flores naturales llenan los rincones. Usan materiales cálidos y les gustan los colores.
Aquellos creativos no pasan desapercibidos, su estilo al vestir los delata… también sus casas reflejan su inclinación por el diseño. Son coloridos, eclécticos y los primeros en llevar las nuevas tendencias. Sus piezas divertidas se convierten en acentos interesantes, pero su gusto exquisito y particular les permite atesorar piezas atemporales y con historia.
Definitivamente es una realidad que nuestros hogares nos reflejan; nuestros gustos y personalidad quedan plasmados en cómo decoramos. Igual si es un espacio familiar, pues como familia tenemos características únicas y eso es lo que hace que nuestros espacios sean especiales.