Es una realidad que el trabajo o estudio en casa ha llegado para quedarse, tener un área adecuada para las necesidades que tenemos es imprescindible para lograr concentración y productividad y aún más cuando se trata de los chicos.
De por sí ya tienen que lidiar con el cambio en sus rutinas de estudio, en un principio entendimos que era cosa de unos meses y nos resolvimos en casa como pudimos pero volvemos a las puertas de un nuevo año escolar y estamos en el mismo punto de partida, estudiando desde casa.
No es que de inmediato debemos sacar una partida del presupuesto familiar para armar el espacio de estudio de ensueño, si es el caso, ¡qué felicidad!, pero podemos empezar con lo que disponemos y trabajar a partir de ahí.
Lo primero es determinar el espacio y la necesidad, dónde y quién o quienes van a estudiar allí. Si tenemos chicos en edad preescolar o adolescentes tendrán necesidades diferentes. No te limites por no tener un estudio, vivimos tiempos en que los espacios de casa deben adaptarse a los cambios, así que si es un huequito en la sala o en la terraza, funciona. Cualquier espacio puede resultarnos para colocar un escritorio o mesa, entre dos armarios, detrás de un sofá o en esa esquina de la sala que antes tenías una mesa de adorno.
En cualquier caso debemos atender la iluminación, ya sea entrada de luz natural o proporcionarla de manera artificial con lámparas para escritorio. Igualmente la ventilación, pues así se tendrá comodidad para trabajar.
Unas temporadas atrás no pensábamos en las habitaciones como lugar para compartir el trabajo o el estudio pero hoy resulta que puede ser donde disponemos de espacio suficiente. Un pequeño escritorio y unos cajones para guardar pueden transformar ese rincón donde no pasaba nada en un área adecuada para el estudio lejos del movimiento normal de la familia.
Una silla adecuada para pasar varias horas sentado es fundamental, así como los esenciales de tecnología si es el caso, por lo que tenemos que revisar las salidas de energía para cargadores y demás.
El toque personal no debe faltar, después que hemos identificado dónde y qué cosas de la casa se pueden usar y cuáles hay que adquirir, debemos dar cabida a los detalles que permitirán que ese espacio tenga identidad y funcione para quien lo va a utilizar.