CIUDAD DEL VATICANO (AP).- Ante decenas de miles de personas e intensas medidas de seguridad, el papa Juan Pablo II celebró la misa del Domingo de Ramos, en una jornada que marca el inicio de una apretada semana por las actividades de la Semana Santa.

El Papa quiso poner énfasis en la juventud. Miles de jóvenes flameaban hojas de palma y ramas de olivo en la Plaza de San Pedro.

El Vaticano calificó la reunión de unos 40.000 feligreses frente a un altar levantado sobre las gradas de la Basílica de San Pedro, como un «antídoto» al temor del terrorismo y a la guerra en todo el mundo.

La seguridad fue intensificada en el Vaticano en los meses recientes, en medio de la preocupación general de que el centro de la Iglesia Católica pudiese ser objeto de ataques de extremistas islámicos.

La policía italiana vigilaba a la multitud, mientras que personal de seguridad en traje de paisano mantenía la vista puesta en los participantes.

Sin embargo, la atmósfera era de serenidad, bajo un sol nublado que siguió a una intensa neblina matutina. Después de impartir la bendición a los participantes al concluir la ceremonia de dos horas, el papa habló por un par de minutos con una joven que se había apartado de la multitud y se dirigió hasta su asiento.

A continuación Juan Pablo II se paseó por la plaza en un vehículo descubierto, deteniéndose para saludar a la multitud. Por la tarde, se presentó por la ventana que domina la Plaza San Pedro, donde centenares de jóvenes continuaban reunidos.

Esta semana, Juan Pablo participará en los servicio de Jueves Santo en el Vaticano, en la procesión del Viernes Santo en el Coliseo, en la ceremonia del Sábado de Gloria, y del Domingo de Resurrección.

Juan Pablo, que cumple 84 años el próximo mes y que padece del mal de Parkinson, se veía pálido y débil mientras saludaba con una hoja de palma al inicio de la ceremonia, pero después fue cobrando impulso, saludando con la cabeza alegremente ante las aclamaciones y aplausos de la multitud de jóvenes.

El pontífice instó a la juventud a que se preparen para el Día Mundial de la Juventud que se realizará en Colonia, Alemania a mediados del 2005.

Juan Pablo ha concentrado la atención en las celebraciones del Día de la Juventud, que se ha realizado cada dos años desde mediados de los 80, en citas desde Buenos Aires y Denver, hasta Toronto y Manila.

Aunque ha tenido problemas de salud, el Vaticano nunca ha descartado la posibilidad de sus viajes, y una delegación viajó a Suiza hace algunas semanas a fin de concretar los detalles para un posible viaje en junio.

El pontífice dio lectura a su homilía, lentamente, recordando que en el Domingo de Ramos se conmemora el ingreso triunfante de Jesús a Jerusalén, unos días antes de su crucifixión.

El diario del Vaticano, L’Osservatore Romano, comentó junto a fotografías de explosiones de terroristas en Madrid, la violencia de Medio Oriente y la guerra de Irak, que la reunión era un «potente antídoto» contra el temor.