Dedo acusador de salva

Dedo acusador de salva

Las auditorías son investigaciones mediante las cuales un organismo facultado determina si se respetaron o no las normas técnicas y éticas en un ejercicio determinado. Esto rige por igual para los sectores público y privado. Cuando un auditor facultado apodera al Ministerio Público de los resultados de sus indagaciones, está señalando que ha encontrado elementos que merecen ser investigados en la jurisdicción judicial por sospecha o comprobación de dolo o irregularidades. Y eso solo en el caso de que dicho auditor no esté facultado para acusar directamente.

En lo que compete a nuestra Cámara de Cuentas, se puede decir que es un acusador de salva, como aquellas armas que solo lanzan el fogonazo y el estruendo, pero ningún proyectil. Es la deducción que extraemos del hecho de que nuestro organismo auditor ha remitido al Ministerio Público por lo menos 67 auditorías con indicios de irregularidades, pero no ha logrado ningún efecto pues esa instancia no ha movido ni un dedo para ventilar estos asuntos donde corresponde.

El resultado que tenemos es que las irregularidades o el dolo, o cualquier transgresión de las normas éticas o técnicas, se queda en las gavetas del Ministerio Público y todo pasa sin pena ni gloria, y sin que los autores de las irregularidades o dolo paguen alguna consecuencia por sus actos.

AEDES NOS TUERCE EL BRAZO OTRA VEZ

Primero nos torció el brazo con el dengue en sus dos variantes, común y hemorrágico, y ahora repite la hazaña con una fiebre cuyo nombre de origen africano -chikungunya- significa “enfermedad del hombre encorvado”. El aedes aegypti, mosquito al que se atribuye la transmisión de ambas enfermedades, seguirá contagiando chikungunya a más no poder, según advierte Lilian Reneau Vernon, representante de la Organización Panamericana de la Salud.

Frente a esta realidad, corresponde que el Ministerio de Salud Pública revise sus estrategias para hacerle frente a esta epidemia a la que, por fortuna, no se le atribuye todavía ninguna muerte. Combatir el mosquito con más rigor parece un asunto clave en este momento. Hay que velar porque los médicos tengan bien definidas las diferencias de protocolo de manejo de dengue y chikungunya. Ayudará bastante insistir en que la gente extreme la higiene.

 

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