Defectos y virtudes del lenguaje

Defectos y virtudes del lenguaje

Eusebio Rivera Almodóvar

En el mundo hay una saludable tendencia a cambiar los calificativos despectivos o excluyentes contra otros seres humanos por sus características físicas o atributos espirituales. Ejemplos sobran: Ahora las prostitutas o simplemente putas son calificadas como “trabajadoras sexuales” y bastante emblemático es el caso de los discapacitados que eran llamados tullidos, paralíticos o lisiados pero hoy los llamamos “personas especiales” diferentes y/o autistas, siendo los médicos los que más utilizan términos o frases novedosas o elegantes para algunos signos, síntomas y nombres de enfermedades que estigmatizaban a los pacientes y sus familiares, como la tuberculosis, que convertía en “malograo” a quien el galeno ahora le dice que tiene Tb, tisis o BK por el bacilo de Koch (bacteria) que la produce; la gonorrea es cambiada por blenorragia; la “raquiña” o sarna, llamada picor o prurito; la sífilis, mencionada como lúes; el sida o HIV y los cánceres por los nombres de los descubridores o los órganos y tejidos afectados; así Hodgkin, osteoma (de los huesos), mieloma (de la médula ósea) y si para un psiquiatra el paciente se está poniendo o es loco, la palabra usada es esquizofrénico o bipolar.
Si realmente las maldiciones azararan o “cayeran” sobre aquellos a quienes son dirigidas, todos los funcionarios responsables de los apagones estuvieran tullidos o muertos por el peso de las mismas. He sufrido apagones por muchos años en diferentes sectores donde han vivido mis familiares y hoy quiero expresar mi deseo de que, en este nuevo año, Dios castigue con una rasquiña a esos hijos de la gran trabajadora sexual por haber torturado al pueblo durante tantos años con esa práctica infernal.

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