La defensa de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), empresa civilmente demandada en el caso de la supuesta red de sicariato que habría terminado con la vida de tres choferes, sostuvo ante el tribunal que nunca tuvo conflictos, y que por el contrario era Fenatrano que quería apropiarse de una parada que administraba Luis Lara, y de la que Juan Hubieres quería el control.
Ayer, la empresa, a través de su abogado William Garabito, presentó sus alegatos de clausura y conclusiones ante el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, donde rechazó las acusaciones del Ministerio Público de que a través de la misma se financiaba la red.
Garabito dice que es falsa la teoría del Ministerio Público de que ellos tenían una lucha por tener el control de las rutas y así recibir más combustible por parte del Estado.
Recreó el testimonio de Edward Lara, hijo de Luis Lara, quien narró en el tribunal las situaciones que tenían con Hubieres por la parada La Manchita y que en un varias ocasiones éste enviaba a su grupo para tomar la parada.
En un conflicto en esta parada, dice Belarminio Brito, querellante y testigo en el caso, fue herido por la gente de Unatrafin en septiembre del 2013.
Al grupo se le atribuye las muertes del 14 y 17 de enero del 2015 de Mateo de Jesús Nieves, Ángel Javier y Overny Guerrero, estas dos últimas muertes las asumió el exraso de la Policía Nacional Amaury Cabrera Martínez, uno de los señalados como gatilleros.
Sobre el hecho del 14 de enero 2015, donde murió de Jesús Nieves, Garabito dijo que se dio por un conflicto de dos rutas de carros de concho que se manejan con gas propano, y lo que Unatrafin recibía del gobierno era gasoil.
El Juicio sigue mañana. Toca a la Fiscalía replicar los alegatos de los acusados.