Hoy 
El Presidente Danilo Medina aprovechó un excelente escenario -la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)- para defender la soberanía de la República Dominicana para trazar las pautas que considere necesarias para adquirir la nacionalidad. Su discurso fue valiente y oportuno, pues estaban allí presentes algunos estadistas que, asumiendo una anacrónica defensa del pueblo haitiano, han arremetido contra la soberanía nacional desde que fue dictada la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
Con esa alocución, el Presidente descalificó acusaciones de racismo contra los haitianos, hechas a la República Dominicana. Son ciertas sus palabras en el sentido de que ningún país ha hecho por los haitianos lo que ha hecho la República Dominicana, que tolera en su territorio a más de un millón de súbditos haitianos indocumentados, que ni tienen la nacionalidad de su nación de origen, ni tienen la del país que los acoge.
El foro de la CELAC fue, probablemente, el más adecuado para decir las verdades que ha dicho el Presidente dominicano. La posición fijada servirá como un valioso complemento para la ofensiva diplomática desplegada por su Gobierno para explicar la naturaleza y alcances del programa de regularización de extranjeros bajo un estricto respeto de los derechos adquiridos.
LA PROPUESTA DE ADO CEM
La disposición final de los desperdicios sólidos ha sido un problema que las autoridades no han podido resolver, y de ahí que resulte válido evaluar toda propuesta razonable de solución. La más reciente oferta la ha hecho la Asociación Dominicana de Productores de Cemento (ADOCEM), para la incineración de los residuos sólidos en los hornos de las fábricas de cemento. A primera vista, esta fórmula podría constituirse en ahorro de combustibles para las fábricas y generar plazas de trabajo para clasificadores de desechos.
Consideramos que la propuesta de ADOCEM debería ser analizada a fondo por los gobiernos municipales y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Es necesario valorar factores de costos, de carácter logístico y de impacto ambiental que podrían derivarse de la incineración masiva de desechos sólidos. Los técnicos y planificadores tienen una tarea por delante.
