El abogado de los hermanos Serret, vinculados al fraude del Banco Peravia, Felíx Damían Olivares, asegura que las autoridades locales propiciaron la fuga de los verdaderos dueños de la entidad, avisándoles que este sería intervenido.

Aseguró que la familia Serret, primera propietaria del banco, solo fue utilizada como chivo expiatorio de una trama gubernamental de encubrimiento.

Ayer era la revisión de medida de coerción a Jorge, Nelson y Yessenia Serret, quienes llevan más de ocho meses en prisión por el caso, a los señores les fue negada la revisión de manera administrativa y a la señora le fue ratificada la presión.
Los ejecutivos principales, José Luis Santoro y Gabriel Jiménez Aray están fuera del país.

Según Olivares, Los Serret vendieron a los venezolanos porque la entidad, que en principio era un banco de desarrollo local, estaba creciendo y necesitaba de mayor capitalización.

Dice que las autoridades favorecieron a quienes tenían el control del banco desde el 2010, dueños del 90% del capital accionario.

“Gabriel se fue desde el mismo Banco Central y Santoro se habría ido al día siguiente, al otro día es disuelto el banco, el bebía wisky con Rafael Camilo, el superintendente de Bancos”, precisó Olivares.

Dice se ha querido crear un fuego de artificio para cubrir la corrupción gubernamental en este caso y los funcionarios que tuvieron que ver en todo lo que allí ocurrió por casi dos años, a lo que el Ministerio Público habría contribuido.

Asegura que Santoro financió la campaña del presidente y actual candidato Danilo Medina, pero que esos hechos no se subrayan porque hay una complicidad colectiva y una muestra de eso es que Miguel Pimentel Karet, director de la Oficina de Ingeniero Supervisores de Obras del Estado, a quien se le establecieron vínculos con Santoro no está en la investigación.