«Entendemos que requiere de una política de Estado emergente y sostenible que mire y proteja los ríos» explicó Martínez.La funcionaria dijo que el número de ciudades de América Latina que se organizan sigue creciendo, más allá del cambio de la infraestructura urbana, para priorizar el saneamiento y recuperación urbana ambiental de los ríos, hasta convertirlos en zonas de atracción turística y de desarrollo.

«Con un poco de esfuerzo del gobierno central y el local junto a voluntarios, se puede desarrollar un ambicioso Programa de Saneamiento del Río Ozama, que contemple construir las plantas de tratamientos de aguas residuales que sean necesarias», sostuvo.

Explicó que los ríos Ozama e Isabela discurren dentro de la ciudad capital y los mismos se han convertido en verdaderas cloacas, en permanente deterioro y pestilencia.

«En cualquier país del mundo los ríos y sus riberas son preservados, cuidados, protegidos y se les conoce por la vegetación en sus márgenes y por su plataforma donde los turistas se distraen, experimentan nuevas experiencias», consideró.

Puntualizó que desde la Defensoría del Pueblo insistirá para llevar conciencia cívica a los ciudadanos y promover un movimiento de voluntades para rescatar los ríos Ozama e Isabela, que están en el mismo corazón de la ciudad.

«Le exhortamos al presidente Medina promover la modernización de la ciudad capital con un plan de rescate de los ríos, tomando en cuenta que ellos definen la esencia de una ciudad, otorgando su carácter y personalidad», señaló.

Sostuvo que el plan debe incluir desde la calidad de las aguas, su función urbana y recreativa, su capacidad de integración e inclusión social.