El Día del Defensor Público y el décimo aniversario de la Oficina Nacional de Defensa Pública (ONDP), que los agrupa, fueron conmemorados ayer con una eucaristía de acción de gracias en el Convento de los Dominicos, donde la directora de la entidad, Laura Hernández Román, expresó las carencias que tienen por falta de recursos económicos para ampliar la formación de los llamados “abogados de los pobres” y ampliar los servicios de representación de imputados de casos penales.

En la misa, que coincidió con la celebración de los 502 años de la proclamación del “Sermón de Adviento” por parte de fray Antón de Montesinos, con el que defendió el derecho de los considerados que no tenían voz, el sacerdote del Convento, José Hernando Hernando (padre Pepe), exhortó a los defensores a continuar brindando una asistencia legal pública de calidad integral y a no permitir que la labor cese.

El cura recordó la frase que en el idioma latín dijo Montesinos: “Ego vox clamantis in deserto”, que traducida al español significa: “Yo soy la voz que clama en el desierto”. A las 9:00 de la mañana, una hora antes de la eucaristía, los defensores públicos depositaron una ofrenda floral en el Altar de la Patria, en reconocimiento a la labor de los fundadores de la independencia dominicana. Participaron los 22 defensores coordinadores, los 23 aspirantes a defensores públicos, que se encuentran en la formación de seis meses y decenas de abogados defensores en varias partes del país.

Asistió el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán.