Defensores del “paquetazo fiscal”: ¡Así si es bueno!

Defensores del “paquetazo fiscal”: ¡Así si es bueno!

Por los medios de comunicación radiales, escritos y televisivos nos hemos enterado de que varios encumbrados e influyentes funcionarios del Gobierno en el poder, se han manifestado, no sólo a favor de esas medidas fiscales, sino que, aún traída por los cabellos, las han justificado como beneficiosas para la República, ya que de no obtemperar a su adopción, la República Dominicana, conforme a la opinión del Fondo Monetario Internacional (FMI), no podrá cumplir con el presupuesto para el próximo año fiscal.  Pero, el FMI sólo se limita a expresar que: “el Estado Dominicano no podrá cumplir con el Presupuesto”,  sin explicar ni justificar el motivo para esta inexcusable falla, culpa en parte atribuida a estos “desinteresados patriotas”. Veamos.

Sin establecer el orden de los defensores, iniciaremos con el ingeniero Temístocles Montás, Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo.  Para Temo, como cordialmente se le conoce, estas medidas del FMI son la salvación del Presupuesto y además, no son inflacionarias porque afectan exclusivamente a las clases pudientes. 

El señor Vicepresidente de la República, doctor Rafael Alburquerque, también cree que las medidas fiscales, sólo afectarán a las clases económicamente solventes y por el contrario, en el caso de  la banca, ésta será afectada indirectamente, ya que la misma siempre ha traspasado a sus clientes, los gastos fijos y colaterales.

De su parte, el flamante Gobernador del Banco Central de la República Dominicana, licenciado Héctor Valdez Albizu, considera también que esas medidas no afectarán el crecimiento económico del país, el cual, sacando siempre números debajo de la manga, no ha bajado de un 4.5%, cuando otros países latinoamericanos reflejan dígitos negativos. Sin embargo, escurre el bulto cuando no especifica que ese aparente desarrollo, está sustentado mayormente en préstamos y bonos soberanos.

Por supuesto, el presidente de la República, que ha enviado al Congreso la pieza legislativa, suponemos que está de acuerdo y es de los que piensan que el vigilante fiscal e inquisidor  por excelencia de los países más desarrollados, tiene el don de la infalibilidad y por lo tanto, debemos acatar sin chistar su “receta”, de lo contrario, pagaremos cara nuestra osadía al desobedecer sus recomendaciones.

He aquí nuestra apreciación sobre las opiniones de los personajes antes  enunciados. El ingeniero Montás, hábil negociador y sobre todo conocedor de los “salarios opulentos” que ganan “ciertos burócratas”   -uno de ellos él mismo-  debió aplicar su teoría, a las recomendaciones del FMI sobre el gasto suntuario y los salarios de seis dígitos o más que devengan estos “favorecidos funcionarios asalariados”. Emolumentos que se incrementan con la asistencia a varios directorios de otras instituciones gubernamentales, en las cuales cobran por asistir una vez al mes, hasta trescientos mil pesos por apenas unas horas de “trabajo”.

El señor Vicepresidente, que también gana un elevado salario, no debe, o mejor dicho no puede, contradecir a su superior, al cual reemplaza cuando éste, con numeroso séquito, emprende uno de sus múltiples periplos allende los mares.  Pero, el que se sirve con la cuchara grande es nuestro Gobernador del Banco Central, encantador y simulador, que nos muestra un “consistente progreso”, que al parecer se derrumba, con este Paquetazo Fiscal.  ¿Por qué no explica él de su elevado salario de siete dígitos en un país con tantas precariedades? ¿Por qué no hace público a cuantos directorios asiste, cobrando cifras de seis dígitos? ¿Por qué no explica, como él y otros funcionarios, se hacen pagar en Navidad, sueldos trece y hasta catorce, equivalentes a millones de pesos?  Y para finalizar, ¿Por qué no hace público que goza de una jubilación privilegiada, aunque ejerce la gobernación del Banco?  Mas, con esos emolumentos y canonjías;  como hubiese escrito el Coctelero: ¡Magino, así si es bueno!

Si el FMI -institución que se pliega a los Gobiernos de turno en detrimento de sus poblaciones-  fuese una institución consistente con sus postulados y principios, y en consecuencia hubiese obligado al Gobierno Central y no a sus gobernados, a cumplir con las recomendaciones que hiciera inicialmente de reducir los gastos administrativos superfluos  y la eliminación de miles de “botellas, botellones y damasanas”  que cual sanguijuelas desangran el erario; el paquete fiscal sugerido por el FMI no hubiese sido perentorio.

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