En el año 2003 el departamento de Defensoría Judicial recibió 2,528 expedientes de personas acusadas de diferentes infracciones, entre ellas robo, homicidio, estafa y falsificación, de los cuales 1,605 han sido decididos.

Así lo informó Laura Hernández, directora del Departamento de Defensoría Judicial, quien resaltó el trabajo que realizan los defensores judiciales a favor de los presos de escasos recursos económicos.

Al participar en el Diálogo Jurídico de HOY, Hernández sostuvo que el defensor pone todo lo que está a su alcance para lograr que sus clientes sean descargados de toda responsabilidad penal.

«Realmente los defensores tienen una gran carga de trabajo, por encima, incluso, de lo recomendable. Cada uno está manejando por encima de los 100 expedientes», precisó. El grupo de defensores lo componen 14 abogados, dijo.

Al resaltar la preparación de los miembros de este departamento, la abogada sostuvo que los defensores judiciales ingresan tras un concurso, con una formación integral como abogados litigantes de la Escuela Nacional de la Judicatura y que trabajan a tiempo completo gracias a que poseen una vocación de servicio «que es lo que les ha caracterizado».

Dijo que este trabajo no se limita solo a conocer los expedientes, sino que hay contacto directo con el acusado.

«Los defensores judiciales realizan semanalmente visitas carcelarias, o sea, que cada defensor tiene un contacto directo con sus clientes», precisó.

Expresó que en caso de que un miembro de ese departamento no pueda lograr un descargo, pues trata de que a su cliente le sea reducida la pena lo más que se pueda.

En ese sentido, añadió que para sustentar mejor los expedientes los investigadores judiciales visitan el barrio donde ocurrieron los hechos, hablan con las personas del sector, buscan testigos, presentan fotos, es decir realizan toda una investigación que garantiza un trabajo de calidad.

Explicaron que la defensa es de manera continua y gratuita.

“Luego de la puesta en vigencia de la resolución 1920, en virtud de la cual los reclusos al momento de ser interrogados en los juzgados de instrucción deben estar acompañados de sus abogados, diariamente más de cinco presos requieren los servicios de los defensores judiciales», indicó.

No obstante, explicó que los interesados pueden acudir a sus oficinas «y si cumplen con los requisitos que es simplemente no contar con recursos económicos para contratar un abogado privado, entonces se le facilita un defensor».

El departamento de Defensoría Judicial cuenta con una oficina principal, ubicada en la Julio Ortega, así una extensión en el palacio de Justicia de Santiago, además de una división en la puerta número 40, en el tercer nivel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.

Hernández manifestó que aunque la libertad del imputado depende de los jueces y el ministerio público, el defensor realiza un trabajo para lograr mayor agilidad y efectividad.

En la actividad participaron los defensores judiciales Dilexi Abreu González, Joane Taveras Lorenzo, Juan Cruz Fernández y Rodolfo Valentín Santos.