Déficit comercial: Apuntes para una Mejor Compresión (2 de 2)

Déficit comercial: Apuntes para una Mejor Compresión (2 de 2)

Vladimir Pimentel, gerente general de OACI

En el estudio del comercio internacional la teoría básica plantea que el intercambio de bienes y servicios surge de la interacción constante de la demanda y oferta entre los agentes económicos de los país. Aquí un primer elemento para una mejor comprensión del déficit comercial: por principio los países no comercian entre sí, lo hacen sus empresas (nacionales o extranjeras), consumidores directos y los gobiernos.

En tal sentido, el déficit comercial es un resultado meramente transaccional que se origina en condiciones estructurales de las economías y el comportamiento de sus industrias y sus mercados para los sectores transables de las mismas. A esto se agrega que hablamos de transacciones en cientos de mercados para miles de productos. En este resultado los niveles de apertura, vía acuerdos comerciales y reducción de aranceles juegan un rol fundamental de incidencia en ese saldo para el comercio.

Según cifras del Banco Central de la república Dominicana y para una aproximación a las cifras recientes tenemos que en los últimos 5 años, período 2010-2015, el déficit comercial se ha reducido, al pasar de un monto de US$8,395 millones en el año 2010 a un resultado de US$7,340 millones. Esto debido, en términos generales, a un crecimiento promedio anual de 7.3% en las exportaciones y a su vez un crecimiento menos acelerado por parte de las importaciones, alcanzando un 2.3% en promedio durante el mismo período.

 

 

Cuadro 24

Cabe destacar que haciendo una separación de las transacciones comerciales internacionales de las zonas francas y las nacionales podemos valorar que las empresas bajo el régimen de zonas francas contribuyeron con más del 50% al total de las exportaciones, frente a un aporte promedio del período evaluado equivalente a 18% por el lado importador.

Debemos recordar que esta es la característica principal de las empresas acogidas a este régimen aduanero, importar insumos para su transformación e integrar en procesos para agregar valor. En tal sentido, las exportaciones de este tipo de negocios superó en 1.6 veces el valor de las importaciones, siendo un sector de la economía fundamentalmente superavitario comercialmente.

Por otro lado en el caso de las exportaciones e importaciones nacionales, podemos apreciar que las últimas superan en más de 3.3 veces en promedio las primeras, apuntalando y definiendo el comercio deficitario dominicano. En otras palabras, por cada dólar que exportamos durante los últimos cinco años, fue necesario recurrir a egresos de divisas equivalente a US$3.3.

En cuanto a las exportaciones, para el año 2015, el sector industrial contribuyó con el 78% del valor total de las ventas en el exterior, correspondiendo solo el 22% a las exportaciones de industrias nacionales (no zonas francas), por otra parte las ventas internacionales de minerales alcanzó el 14% mientras el sector agropecuario el 8 por ciento.

En el análisis de las exportaciones se puede identificar que la entrada de la producción y por tanto ventas en el exterior de oro a partir del año 2013, ascendente a US$1,190 millones, han contenido el crecimiento del déficit comercial dada las caídas continuas registradas por las exportaciones de industria nacional desde el mismo año, acumulando esta última más de US$800 millones de reducciones hasta el 2015.

En cuanto a la demanda de bienes desde el exterior (importaciones), según uso o destino económico en el año 2015, las cuales ascendieron a US$16,863 millones, según se muestra en la tabla, el 42% fueron destinados a consumo, 44% materias primas y el 14% bienes de capital.

En tal caso, pareciera que hay una serie de productos a los que República Dominicana no podría renunciar, por el simple deseo de reducir su déficit comerciales. Por ejemplo, generalmente los bienes de capital no son elaborados a nivel local en casi su totalidad por lo que las empresas se ven obligadas a adquirirlos en el exterior. Esta misma situación se da con algunas de las materias que no son producidas a nivel local.

En este orden de ideas tenemos que del total de las importaciones el 15% son de petróleo y sus derivados o su equivalente a US$2,525 millones, proporción que se redujo considerablemente en el 2015 frente al 2014 cuando dicha participación era del 22%, debido a la caída de los precios del petróleo.

La mejor forma de reducir el déficit comercial es potenciando las capacidades productivas para la exportación, tanto de bienes como de servicios.

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