SANTIAGO. Los usuarios de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa) tienen que esperar entre 30 y 60 minutos para trasladarse hacia su destino. Esto ocurre porque para cubrir los cuatro corredores de esta ciudad el organismo dispone de menos de 30 unidades hábiles, lo que evidencia la crisis en que está el servicio de transporte público estatal.
Además, los usuarios se quejan de que la circulación de los autobuses es muy lenta y tienen que estar atentos a la hora exacta en que pasan, porque después tienen que esperar demasiado tiempo.
Carmen Pérez, que utiliza con frecuencia este transporte, por lo económico que la resulta, consideró que el servicio no es malo, sino que hay que disponer de mucho tiempo.
Yo la uso porque por diez pesos yo me monto desde donde vivo, en Hato del Yaque, hasta mi trabajo, camino a Moca. Lo malo es que tengo que levantarme bien temprano porque si pierdo la primera guagua, tendría que montarme en otra y llegaría con más de una hora de retraso, ya que no son muchas las que circulan. También muchas veces van muy llenas, lo que representa un peligro, dijo.
90 guaguas menos. De 120 unidades introducidas cuando la OMSA llegó a Santiago en 1999, doce años después la flotilla se redujo a un cuarto; es decir a sólo 30 producto del descuido en el mantenimiento.
El director de la Omsa en esta ciudad, Félix Paulino, admite que realmente la institución atraviesa por un momento de precariedades y, debido al flujo de pasajeros, urge que haya más guaguas para ofrecer el servicio.
Sostiene que alrededor de 10 mil pasajeros, entre jornaleros, obreros y estudiantes se benefician del transporte público, que recauda alrededor de RD$100 mil diarios.
Paulino informó que se necesitaría triplicar el número de autobuses, para ponerse a tono con las necesidades de la población.
Admite déficit. El déficit es muy grande. En verdad, nosotros necesitaríamos un mínimo de 25 unidades más para mejorar el servicio, porque son muchos los pasajeros que abordan nuestros autobuses, expresó Paulino.
El funcionario manifestó que en 2004 encontró nueve guaguas en servicio y un cementerio de chatarras, pero en seis años no ha habido forma de recuperar los vehículos, 63 de los cuales han sido descartados para reparaciones.
Tenemos un promedio de dos años de manera estática. Estamos a la espera de que se le inyecten nuevos autobuses, no solamente en Santiago sino también en Santo Domingo, sabiendo las precariedades por la que está atravesando la institución, apuntó el director local de la Omsa.
Zoom
Las banderitas
Aparte de los carros que cubren las distintas rutas de la ciudad, también ofrecen servicios las denominadas guaguas banderitas, que circulan de extremo a extremo por el corredor de la avenida 27 de Febrero.
Transporte más adecuado
Para muchos santiaguenses las banderitas constituyen el transporte más adecuado a sus necesidades, incluido los estudiantes que se trasladan a sus centros de estudios. La cantidad máxima de pasajeros que viajan sentados es de 65, cada uno paga diez pesos, a excepción de los estudiantes con uniformes, que sólo pagan cinco.