Déficit en un aprendizaje

Déficit en un aprendizaje

Los cambios tecnológicos, con automatización y robótica, llevan a prescindir de la mano de obra. El trabajador convencional tiene pocas alternativas aunque la modernidad crea nuevas oportunidades. El idioma inglés, por ejemplo, ha cobrado importancia en República Dominicana como opción productiva. Los centros de llamadas o “Call Center” florecen aquí con las ventajas del Internet. Por esa vía miles de dominicanos trabajan ya para Estados Unidos sin mover un pie de aquí, brindando información instantánea en diversos campos. Pero la masiva creación de plazas bilingües ha tomado al país un poco fuera de base. Las ofertas para jóvenes que sepan inglés supera por mucho la capacidad local para llenar plazas y atraer inversiones.
Se ha reconocido que el país debe marchar hacia una “revolución educativa” mientras se falla en cosas elementales, pues estaba claro desde antes que saber inglés abre horizontes sin que por ello se pusiera énfasis en enseñarlo en niveles pre universitarios. La planificación es imprescindible para emprender cambios. No solo con varillas y cemento se logra una nueva realidad para la enseñanza. El país debe reforzar programas y triplicar la formación de profesores en idiomas e importarlos si es necesario. No solo por el surgimiento de “call center”. Hablar más de un idioma prepara a la juventud para otras opciones laborales generadas por la globalización.

Desprecio a las mejores formas

En República Dominicana, los partos por cesáreas rompen récord, convirtiéndose en la forma preferida para alumbrar. Al mismo tiempo, la lactancia, recomendada por la ciencia para primar en la alimentación de los recién nacidos, ha ido quedando fuera de uso mientras organismos especializados claman por un regreso a la práctica de amamantar que garantiza mejor desarrollo del organismo. La cesárea debe ser una excepción por respeto a la naturaleza y al buen auxilio de la obstetricia. Se la prefiere como atajo con mayor dividendo al servicio clínico y porque muchas madres prefieren lo rápido para salir de eso, lo que puede serle traumático. Faltan políticas de agresiva disuasión para bajar la escandalosa tasa de cesáreas y para reeducar a la mujer y convencerla de que lactar por el lapso recomendado es lo mejor para sus hijos.

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