Con motivo de los déficits del presupuesto y endeudamientos públicos acumulados durante las administraciones consecutivas de Leonel Fernández, la economía ha entrado en una fase descendente reconocida por la Cepal que estimó en 3% el crecimiento del 2013, menor al 4% y 4.5% del 2012 y 2011, respectivamente.

¿Qué sugieren los datos? Que el exceso de gastos públicos no estimula el producto y el empleo de la manera como creen algunos, que lo mejor para el país es iniciar una etapa de estricto programa de austeridad que lo reduzca y mejore su calidad, porque como lo escribió el FMI, la “deuda pública total proyectada llegará a 44% del PIB en 2012, en comparación con el 35% del PIB en 2007-08”. Es decir, en el 2013 debieron reducirse gasto, déficit público y deuda. 

Pero el gobierno actúa de otra manera, programa gastos por RD$454,727.3 millones, superando la ejecución récord del 2012 de RD$445,569.14 millones y los RD$443,374 millones aprobados por el Consejo de Ministros. Con el proceder,  alejado de lo prudente y la imagen de que no existe un pensamiento económico único, pierde credibilidad la política fiscal. Porque se le había aprobado ingresos corrientes por RD$376,310 millones y déficit por RD$67,064 millones, pero de repente y para justificar el aumento del gasto se aumentan los ingresos y déficits, los primeros a RD$384,415.3 millones, 21.7% respecto al monto ejecutado en el 2012 o 25.6% restando los ingresos extraordinarios de la Cervecería Nacional Dominicana.

¿Cómo piensa el gobierno cobrar RD$78,392.7 millones adicionales? Por mejora en la economía RD$25,756 millones y RD$52,637 millones con la aplicación del paquetazo tributario y una mejor administración tributaria. Objetivos optimistas que no tienen justificación, que debieron evitarse, porque además de no tener precedentes en las finanzas públicas dominicanas, familias y empresas están sintiendo la etapa depresiva que también afecta la economía mundial. 

  Pero no se vaya a creer que el optimismo en los ingresos fue suficiente para ajustar el déficit en 2.8% del PIB, se modifican leyes especiales para reducir la asignación presupuestaria, es el caso de la capitalización del Banco Central, de 1% del PIB se reduce a 0.7%, de RD$27,400 millones a RD$17,400 millones. No obstante de consideración es el financiamiento total requerido (RD$146,621.1 millones), para amortizar la deuda (RD$76,119.06 millones) y cubrir el déficit fiscal (RD$70,119.06 millones).

¿Logrará desembolsarlo? Al reducir la valoración de la deuda dominicana, la agencia de calificación Fitch envía el mensaje de que la crisis fiscal que dejó Leonel Fernández tiene su costo, lo hace cuando el gobierno anuncia la venta de bonos por US$1,000 millones. Si a la degradación se suma la ausencia de un acuerdo con el FMI, que lo aleja la sobre estimación de ingresos, el exceso de gastos y la magnitud del déficit programado, la prima de riesgo del país podría aumentar y perjudicar la estabilidad del presupuesto, haciendo costoso financiar el déficit.   

Ante el hecho cumplido, ¿qué se recomienda? Que los funcionarios actúen con prudencia, mirando el presupuesto como un ejercicio de intención y nunca asumirlo como un compromiso ineludible, porque el déficit fiscal podría incluso ser superior. La realidad impondrá los recortes que no se quisieron anticipar.