No existía precedente en la historia de las finanzas públicas de un proyecto de presupuesto de gastos públicos con déficits, a pesar de incluir enormes endeudamientos internos y externos.

La primera vez fue en el 2009, cuando el Poder Ejecutivo elaboró la pieza con un faltante de RD$30,886.7 millones, pero en diciembre de ese mismo año la brecha real fue más del doble de lo programado, de  RD$68,818 millones, incluyendo los RD$17,417 millones que el gobierno debió enviar al Banco Central y que a pesar de estar programados nunca los desembolso. El déficit llegó a 3.9% del PIB.

 En el presupuesto del 2010 se repite la historia, el faltante es de RD$47,828.4 millones, sin incluir los RD$14,485.6 millones que por ley corresponden al Banco Central, de modo que la brecha real es de RD$62,314 millones.

Quiero repetir, en el presupuesto del 2010 no se incluye un solo centavo para el Banco Central, se viola la ley de recapitalización y el Acuerdo Stand-By, que con claridad habla del compromiso que tiene el gobierno con la institución.

Para normalizar la situación en algún momento, el gobierno modificará la ley de recapitalización, será el próximo paso, pero mientras tanto el FMI ve la transferencia de fondos al Banco Central como uno de los pilares para la recuperación de la economía y su incumplimiento, unido a la política de enormes déficits públicos acumulados, deterioran la confianza de empresarios y consumidores, quienes están conscientes de que por los masivos endeudamientos  será necesario realizar otra reforma tributaria en el corto plazo, temor que constituye la principal motivación del estancamiento en el gasto privado.

 Los consumidores no están en condiciones de aumentar sus gastos, me refiero a los que pueden hacerlo, porque no han perdido su trabajo, ello implicaría endeudamientos bancarios y son pocas las familias que confían en que los intereses se mantendrán en el nivel actual.

Con los enormes déficits acumulados el gobierno pretendió mantener el espejismo del crecimiento, que no ha generado empleos productivos permanentes, a pesar de que las estadísticas oficiales hablaron de creación de puestos de trabajo, pero refiriéndose a los informales.

Con la crisis externa se esfumaron esos empleos informales y también empleos productivos, retroalimentando negativamente a empresarios y consumidores, en adición a los temores de inestabilidad que generan los faltantes entre ingresos y gastos en el presupuesto del gobierno y los continuos endeudamientos internos y externos.

La historia reciente de gestión presupuestaria ha sido deficitaria, es el caso de los años 2005, 2006 y 2009, que cuando se suma el faltante  programado para el  2010, es cuantioso el déficit acumulado en el periodo, de RD$332,458 millones.

Si se restan los saldos positivos acumulados de los años fiscales 2007 y 2008 de RD$5,100 millones, el balance neto es negativo para la gestión pública del PLD por RD$327,358 millones, una de las razones del enorme aumento de la deuda pública total, que de US$11.200 millones en agosto del 2004 se proyecta a US$22 mil millones en el 2010.