POR TEÓFILO ABREU
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez afirmó anoche que la República Dominicana hace un aporte invaluable en favor de los inmigrantes haitianos que han venido al país en forma masiva, y ante los cuales las grandes potencias son indiferentes.

 Asimismo, consideró  que las iglesias protestantes que aspiran a un trato igualitario al que dispensa el Estado a la Iglesia Católica pueden hacer un acuerdo similar.

 “Ahí quienes más tienen que hablar son las potencias, que tienen que hacer mucho más que nosotros”, dijo  al ser consultado por los periodistas.

Dijo que aquí nunca se ha dicho lo que la República Dominicana está haciendo por Haití, ya que un 12% del presupuesto dominicano para salud lo están consumiendo los haitianos.

“Digan esas cosas también. O sea que en la República Dominicana, con esa presencia masiva de gente trabajando, consiguiendo cosas que allá no tienen, yo entiendo que es un aporte invaluable lo que se está haciendo a favor de la población haitiana”, explicó.

El Cardenal fue entrevistado al término de  una misa concelebrada en la Escuela de Evangelización Juan  Pablo II, con la presencia de varios obispos y sacerdotes, con motivo del 25 aniversario del Encuentro Nacional de Pastoral. 

Se preguntó el prelado qué están haciendo  Europa,   Estados Unidos y Canadá. “Son ellos principalmente los que tienen que   meterse ahí y in embargo ante esos son indiferentes”, dijo.

Con relación al proyecto de ley  que plantea que las diversas congregaciones cristianas reciban del Estado dominicano un trato igual al que recibe la Iglesia Católica, López Rodríguez recordó que el convenio vigente (Concordato) tiene más de 50 años.

              “La Iglesia Católica tiene con el Estado dominicano, desde hace ya más de 50 años,  un acuerdo. Si alguien tiene que hacer un acuerdo igual, que lo haga. Nosotros no tenemos nada que ver con eso”, expresó.

Asimismo, criticó el hallazgo de un laboratorio  de drogas en un destacamento policial del barrio Villa Consuelo, en esta capital.

              “Eso significa que estamos amarrando los perros con longaniza, y eso no es mucha garantía. O sea que ciertamente, si estamos en la casa con la droga, entonces apaga y vámonos”,  expresó.

En la misa, el cardenal fue acompañado por el presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano y arzobispo de Santiago, Ramón Benito de la Rosa Carpio; los obispos de La Vega, Antonio Camilo; de San Pedro de Macorís, Francisco Ozoria Acosta; de Barahona, Rafael Leonidas Felipe Núñez y de Mao-Montecristi, Diómedes Espinal, así como varios sacerdotes.

En la ceremonia también estuvieron representantes de la Pastoral Dominico-Haitiana, que el mes próximo cumplirá 22 años.