Defiende derechos de hijos de extranjeros a un nombre

Defiende derechos de hijos de extranjeros a un nombre

POR F. QUIROZ
La Confederación Dominicana de Religiosos y Religiosas (CONDOR) calificó ayer de inaceptable y contrario a la ley que personas nacidas en el país, de padres que han sido traídos a trabajar en la agricultura y con muchos años viviendo aquí, sean privados del derecho constitucional de un nombre, un apellido y una nacionalidad.

Planteó que esa realidad «duele» e indicó que también de esa manera a esos niños se les impide otros derechos inalienables como son la educación, la salud y la participación social y política que les corresponden como ciudadanos. 

«Hemos compartido la preocupación la preocupación por el modo en que se viene tratando la situación dominico-haitiana, creando confusión, inquietud y manipulación de la información en detrimento de la verdad, de la búsqueda y respeto de la dignidad de la persona y del bien común», agregó.

La entidad religiosa informo que estuvo reunida en asamblea ordinaria en Casa Manresa Loyola, del 18 al 20 de octubre pasado.

«…Cuando un inmigrante viene a morar junto a ti no lo explotarás, lo tratarás como a uno de tu propia tierra, como a uno de ustedes, lo amarás como a ti mismo, pues ustedes fueron emigrantes en tierra de Egipto», señaló que se planteó en el escrito bíblica Levítico 19, 33-34.

Expuso que la Constitución dominicana plantea claramente el derecho que tienen todos los nacidos en territorio dominicano a la nacionalidad, exceptuando a los hijos legítimos de los extranjeros residentes en el país en representación diplomática o los que están en tránsito.

Señalaron que el fenecido Papa Juan Pablo II, en su mensaje para las jornadas mundiales del emigrante ofreció innumerables actualizaciones de esta misión de hoy: «¿cómo podrán los bautizados pretender que acogen a Cristo si cierran su puerta al extranjero que se les presenta?».

Además, que apoya a las comunidades que han trabajado con «la iglesia Católica para formar sociedades donde se aprecie sinceramente las culturas de los emigrantes y sus dones específico y con talante profético se haga frente a las manifestaciones de racismo, xenofobia y nacionalismo exagerado».

POLÍTICA MIGRATORIA

La CONDOR abogó para que el Estado dominicano, haciendo uso de su soberanía, tenga una política migratoria clara, justa, coherente y respetuosa de la institucionalidad, de  la ley y de los derechos humanos. También, que favorezca la buena relación de hermandad entre los países y ayude a eliminar prejuicios históricos.

«Como dominicanos y dominicanas luchamos por estos derechos en nuestro pueblo como parte del esfuerzo común para que también se respeten los derechos de los migrantes en todo el mundo y nuestros emigrantes en los Estados Unidos de América, en Europa y en otras naciones donde también existe discriminación», agregó.

Entiende estar conscientes de la importancia de seguir insistiendo para que esas naciones asuman su responsabilidad mayor en torno a países pobres cuyas condiciones económicas provocan la emigración como medio de encontrar una mejora en la calidad de vida.

También dijeron que reconocen el trabajo de muchos de sus hermanos, tanto extranjeros como dominicanos, que «gastan» su vida a favor de los que sufren, sin distinción de raza, cultura o nación.

 

SOBRE OBISPO OSORIA

La organización religiosa dijo que se solidariza con la declaración hecha por monseñor Francisco Osoria, obispo de San Pedro de Macorís, el 16 de octubre de 2005, aclarando que las acciones del padre Christopher Hartley no son personales sino del Obispado y de él como pastor de la  diócesis.

Igualmente expresan solidaridad con la declaración del padre Román Mounton, superior mayor en República Dominicana de los misioneros del Inmaculado Corazón de Jesús: «Nos duele la campaña de denigración que se está llevando a cabo en contra del padre Pedro Ruquoy, quien se está dedicando con mucha entrega a la defensa de los derechos de nuestros hermanos haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana. En nombre del evangelio de la vida pedimos que se ponga fin a esta campaña sistemática de descrédito, basada muchas veces en media verdades y en noticias sacas de su contexto».

Creen que los religiosos en República Dominicana le corresponde ayudar a hacer vida las palabras de Juan Pablo II a los cristianos: «Como centinelas… deben ante todo escuchar el grito de ayuda que lanzan tantos inmigrantes y refugiados, y luego deben promover, con un compromiso activo, perspectivas de esperanza que anticipen el alba de una sociedad más abierta y solidaria».

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