Defiende estrategia Irak; rechaza retirada

Defiende estrategia Irak; rechaza retirada

Washington (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, defendió hoy su plan para Irak y aseguró que no fijará un calendario para la salida de las tropas pese al aumento de la violencia, que hoy se cobró la vida de al menos dos marines estadounidenses.

Bush se reunió hoy durante algo más de una hora con el nuevo primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari, en unos momentos en los que la guerra en el país árabe atraviesa sus niveles más bajos de popularidad en EEUU, según las encuestas, y algunos congresistas han pedido la salida de los 135.000 soldados estadounidenses de Irak.

En una rueda de prensa posterior a la reunión, y junto a Al Yafari, Bush reconoció las dificultades que se atraviesan en Irak y declaró que «no cabe duda de que la tarea que queda por delante será difícil».

No obstante, subrayó que «se están logrando progresos y el enemigo será derrotado».

Bush desechó establecer fecha para la salida de los soldados estadounidenses del país árabe porque ello representaría «una concesión al enemigo», que quiere «minar nuestra determinación» y hacer que EEUU se retire «por cualquier método».

Con una inclinación de cabeza hacia Al Yafari, el presidente insistió en que «no debe preocuparse, señor primer ministro, sobre calendarios».

En los últimos diez días, varios congresistas, entre los que se cuentan algunos republicanos, han sugerido la conveniencia de diseñar un plan para la salida gradual de Irak.

«La meta del enemigo es expulsarnos de Irak antes de que hayamos establecido un Irak democrático, pero no tendrán éxito» y las tropas estadounidenses permanecerán hasta que las fuerzas de seguridad iraquíes sean capaces de defenderse a sí mismas, subrayó Bush.

Por su parte, el dirigente iraquí aseguró que «éste no es el momento de echarse atrás».

La reunión de Bush con Al Yafari tiene lugar cuando la popularidad de la guerra en Irak alcanza niveles mínimos de aprobación en las encuestas, que indican que, por primera vez, una mayoría de estadounidenses cree que nunca hubo que ir a la guerra en ese país.

Precisamente para atajar esa caída en los sondeos, el presidente se dirigirá a la nación el próximo martes en un discurso desde la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte, anunció hoy la Casa Blanca.

Según indicó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, antes de la reunión, «se trata de un momento crítico en Irak, es un verdadero momento de prueba».

En unas declaraciones que publica hoy el periódico «The Washington Post», Al Yafari señaló que desea que las tropas estadounidenses se retiren lo antes posible.

«La presencia de cualquier contingente militar extranjero en nuestro territorio supone que somos débiles y que no podemos hacernos cargo nosotros mismos de nuestra seguridad», argumentó.

Una bomba colocada hoy, viernes, contra un convoy estadounidense en las cercanías de Faluya, en el centro de Irak, causó la muerte de dos marines y la desaparición de otros cuatro soldados, y eleva el número de militares de EEUU muertos en Irak a más de 1.730 desde que comenzó la guerra en marzo del 2003. Miles más han quedado heridos.

La violencia en Irak ha aumentado desde que el pasado abril asumió el poder el nuevo Gobierno en el país y desde entonces han muerto más de 200 soldados estadounidenses y más de un millar de iraquíes.

Pero, pese a todo, el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, ha asegurado que la violencia terrorista se encuentra «dando sus últimos estertores», una afirmación de la que, pese a las críticas que ha generado, ha rechazado desdecirse.

En una comparecencia el jueves ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, el comandante en jefe del Mando Central, encargado de las operaciones en Irak, el general John Abizaid, indicó que la resistencia de los insurgentes no ha disminuido.

Por el contrario, están entrando en el país más terroristas extranjeros que hace seis meses, según Abizaid.

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