Al encabezar una eucaristía con motivo del 61 aniversario de creación de la Superintendencia de Bancos, su incumbente, Rafael Camilo, insistió ayer en que ese órgano debe conservar sus funciones independiente del Banco Central y que así se lo hizo saber en una carta al presidente del Senado, quien preside la comisión que conoce el proyecto de reforma Constitucional.
Dijo que uno de los cambios más importantes que hacen en su propuesta es que la Superintendencia siga siendo independiente.
Esta reacción se produce en respuesta a la propuesta de reforma a la constitución que implicaría la absorción de la Superintendencia de Bancos por el Banco Central. Consideró que son dos instituciones independientes con atribuciones diferentes, por lo que una no puede ser succionada por la otra. Sostuvo que lo que pasa es que la Carta Magna no reconoce la Ley Monetaria y Financiera, que es el Banco Central y la superintendencia de Bancos, que no debe ser un departamento del Banco Central. El BC tiene la función de la política monetaria para asegurar estabilidad y la Superintendencia tiene la misión de supervisar, puntualizó Camilo. En otro sentido, dijo que la variación de la tasa de interés aún no ha afectado a la Superintendencia, lo que sólo sería posible si las personas dejaran de pagar a los bancos.