POR LEONORA RAMÍREZ S.
Las Fuerzas Armadas tienen que obedecer al poder civil legítimamente constituido, porque el militar no tiene facultad para deliberar ni para cuestionar las órdenes superiores, dijo ayer el general del Ejército Nacional Luis Ramón Payán Araché, rector del Instituto Especializado de Estudios Superiores (IESFA).

Durante su participación en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio se le preguntó si los militares debían ser tan estrictos en el apego a la obediencia, ante decisiones erráticas que pudieran tomar los presidentes.

Ese sentido, dijo que “los militares estamos totalmente atados al destino nacional, que es superar las situaciones que se presenten, apoyarlas, tener regimenes legales, y superar el pasado.

“Somos fuerzas democráticas integradas al poder civil, como debe ser y no tenemos capacidad de deliberar ni es necesario, porque la democracia funciona con el imperio de la ley”, destacó.

Asimismo, refirió que lo importante es que todos los miembros de las Fuerzas Armadas entiendan sus roles, que los asuman y que contribuyan con el futuro nacional, “como ocurre en este momento”.

“El militar está para plantear alternativas, el poder civil toma las decisiones y luego éste ejecuta la orden”, resaltó Payán Araché.

El general Ismael Alvarado, director del Instituto de Estudios Superiores Aeronáuticos, explicó que existen mandatos con respecto al rol que deben jugar las Fuerzas Armadas en un sistema democrático.

“Somos obedientes al poder civil y lo apoyamos hasta tanto no sea desplazado legítimamente. Ese planteamiento legal no tiene vuelta, por lo que estamos atados a las leyes nacionales y en ese sentido apoyamos en toda circunstancia al poder legítimamente constituido”, dijo.

Además, explicó que si en el país ocurriese alguna situación que provoque una ruptura del orden institucional, los militares del momento tendrán que juzgar la posición que deben tomar en ese momento.