Defienden pobres

Defienden pobres

POR PEDRO GERMOSEN
El nuncio apostólico de Su Santidad, monseñor Timothy Broglio, y seis obispos de aquí pidieron a los pudientes que practiquen el amor haciendo una mejor distribución de la plusvalía e identificándose con los pobres y su miseria, como hizo Jesús y, particularmente, clamaron por mejor trato para los picadores de caña.

Broglio y los obispos Francisco Ozoria, Pablo Cedano, Benito Angeles, Rafael Felipe, Francisco José Arnaiz y Fabio Mamerto Rivas formularon la petición al comentar las siete palabras de Jesucristo en la cruz en los programas De Medio a Medio y Esta Misma Semana, que produce el periodista Huchi Lora por Telesistema canal 11.

Al referirse a la frase «Mujer, he ahí a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre», Broglio dijo que cuando se observan realidades tan fuertes como las del corte de la caña es muy fácil identificarla con la cruz y tal vez más difícil encontrar la luz de la resurrección, por lo que es ahí que hay que confiar en el Señor.

Monseñor Angeles, secretario de la Conferencia del Episcopado, abogó por una mejor distribución de los bienes económicos y, fundamentalmente, de la plusvalía que recibe todo el que produce y posee bienes.

Expresó que en este tiempo de Semana Santa vale la pena detenerse  a contemplar el escenario de injusticia, de insolidaridad, de abandono humano, de maltrato en el orden de la dignidad que viven el hombre, la mujer y las familias de los bateyes.

Angeles, que comentó la frase «Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado», dijo que todo lo que debe ser es lo moral y lo que no, lo inmoral y lo antiético, «y todo lo inmoral y lo antiético se constituye en algo completamente en contra de la dignidad de la persona humana.»

Monseñor Cedano, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, expresó que Jesús se identificó siempre con los más pobres, como ahora debe hacerse con los obreros de la caña.

Manifestó que por la cruda realidad de esa tarea, los dominicanos han abandonado los predios cañeros, pero desde hace un tiempo, añadió, tampoco los haitianos quieren hacer ese trabajo.

Al comentar la frase «De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso», monseñor Cedano expresó que Jesús trajo un mensaje de salvación, perdón, superación, justicia, amor y paz.

«Yo he venido a construir un reino que no es como el de este mundo, donde los jefes explotan a sus súbditos; mi reino es de justicia, de amor y de paz», dijo Cedano recordando una frase de Cristo.

«El pobre que vive en la miseria, vive una miseria humana, pero el rico que vive sobre la abundancia, vive otra miseria, porque está lleno de pecado», añadió el prelado, citando de nuevo a Jesús.

El obispo emérito Arnaiz comentó la frase «Todo está consumado» señalando que con ella Jesús expresó que moría tranquilo porque había cumplido su misión haciendo lo que tenía que hacer.

Dijo que ha habido mucho pecado en el modo de tratar a los trabajadores y añadió que todo sería diferente si cada uno cumpliera bien su papel para poder decir lo mismo que Jesucristo -misión cumplida-, que los señores de la caña, sostuvo, no pueden decir.

Por su lado, monseñor Felipe, obispo de Barahona, comentó la frase «Tengo sed», señalando que la sed que Jesús tenía, que aún se mantiene, es de que todos los hombres tuvieran vida en abundancia.

«Por eso luchó, enfrentó conflictos y dificultades y por eso fue condenado a muerte», expreso.

Señaló que los que hoy tienen menos vida son los más pobres y, particularmente, señaló a los que viven en los bateyes.

El obispo emérito Mamerto Rivas, que comentó la frase «En tus manos encomiendo mi espíritu», exhortó a los dominicanos a abrirse a la misericordia y perdón.

Sostuvo que constituye una vergüenza la miseria en que hombres, mujeres y niños viven en los bateyes.

Monseñor Rivas resaltó que las condiciones de vida de los bateyes no han mejorado ni siquiera en los tiempos en que el azúcar alcanzó su mayor precio.

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