El primer y fundamental concepto en relación al panorama electoral de frente a las elecciones del 15 de mayo próximo es que el PLD resulta el único partido político que no se ha dividido y de los dos principales restantes, el PRD y el PRSC, dispone de la mayor cuota adherente.
En segundo aspecto, el candidato presidencial del PRM, Luis Abinader Corona, interpreto es el más formidable aliado inintencional del presidente Danilo Medina que persigue reelegirse, con viento de popa bonancible, porque su único contendor de relativa consideración carece de discurso, carisma, impacto, sugestionar y convencer a los votantes.
La retórica de Luis Abinader se reduce a formular críticas, sin esbozar un programa de gobierno alternativo al actual, y cuando intenta diseñarlo, el día primero de este mes en una ofensiva de 12 necesidades, plantea que subirá el sueldo a los policías a RD$20 mil, aumentar la tarjeta de solidaridad de RD$,1,650 a RD$3 mil, y así los bonos gas, luz, tierra y social, aumento del 22% al personal de salud (médicos, enfermeras), admitiendo sin pretenderlo, que son conquistas del PLD, pero peor, sin documentar de dónde surgirán esos recursos.
Es decir, que el mini programa de gobierno de Luis Abinader carece de soportes de dónde obtendría esos recursos, que debió explicarlo, revelador de un deficiente manejo del Estado y una anémica motivación para concitar su apoyo.
Luis Abinader tiene y debe que explicar a los votantes cómo mantendrá la estabilidad económica del dólar en menos del 46xl en cuatro años, 7% del PIB, 2% inflación, 6 millones de turistas, 4% a educación, tanda extendida, guarderías infantiles que al reconocer este fárrago, deriva a favor de su contrincante, un teorema más complicado que el de Pitágoras, que define el panorama electoral