Ahora que nuestro Partido de la Liberación Dominicana (PLD) alcanza su cuarta victoria electoral (consecutiva) con más del 50 por ciento de los votos, es tiempo de reflexionar, y adjudicar al Presidente Leonel Fernández el mérito de estos triunfos, que refrendan su liderazgo como excepcional. Esta nueva victoria arrolladora, este aluvión de votos, hace urgente y pone de manifiesto el mandato inequívoco de que los dominicanos, en su gran mayoría, respaldan el estilo y la visión de Gobierno del Dr. Fernández. Por tanto, urge, por el bien del país, que el Presidente Fernández acepte el reclamo de que vuelva a ser el candidato a la primera magistratura en el 2012, o prepare, designe, a un sucesor para continuar con su excepcional y visionaria, obra de Gobierno.

La República Dominicana está, ahora mismo, en un momento crucial, decisivo, de consolidar sus logros de progreso humano y material, de fortalecimiento de sus instituciones y es preciso, ya, dadas las actuales circunstancias, que se mantenga su escuela de Gobierno, que es ejemplo señero en eficiencia, progreso y democracia. Estamos a dos años de las próximas elecciones presidenciales y hay que empezar el trabajo temprano, fijar un norte, en la dirección que el Presidente Fernández designe, para que se mantenga, sobre todo, la unidad en nuestro glorioso PLD.

Ha quedado demostrado, con creces, el respaldo personal, el arrastre, que tiene la figura del Dr. Fernández en la vida política dominicana, razón por la cual concita el respaldo de importantes sectores y partidos aliados en los comicios electorales.Sin embargo, adicional a la excelencia y capacidad del Presidente Fernández, hay que trabajar duro, con eficiencia, para mantener el arrastre de votos, y de ahí es que surge la urgencia de que iniciemos ya, temprano, el trabajo de mantener el progreso de nuestra República Dominicana más allá del 2012.