Deforestación en cuencas aumentó impactos de Noel

Deforestación en cuencas aumentó impactos de Noel

POR ODALIS MEJIA
Un informe técnico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo  (UASD), atribuyó la gravedad de los impactos de la tormenta Noel a los amplios niveles de deforestación existentes en las cuencas hidrográficas que las convierten en “lavamanos” cuando se presentan temporadas de lluvias intempestivas, provocando que las aguas se concentren rápidamente en el curso principal y las crecidas.

También plantea que a raíz de los incendios forestales que arrasaron gran parte de la Cordillera Central en el 2005, no se intervino de forma correcta, ya que los grandes cúmulos de cenizas que se produjeron no se recogieron, por lo que se convirtieron en un colchón que luego fue arrasado por las aguas y sedimentó los ríos.

El informe elaborado por la Comisión Ambiental de la UASD, señala además que el fenómeno atmosférico  ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de la República Dominicana ante los cambios climáticos.

Dice que lo más sorprendente  de Noel es que la gravedad de los impactos  no se corresponde con la realidad, ya que fue una simple tormenta que se formó al sureste de la Isla Saona y se mantuvo  todo el tiempo alejada a más de 100 kilómetros al Sur de Santo Domingo y su ojo ni siquiera tocó territorio dominicano.

Establece que el bosque es la gran esponja que recoge el agua de lluvia, la retiene, la obliga a infiltrarse, llenar o recargar los lagos subterráneos y luego, dejarla escurrir paulatinamente, a través de los manantiales, hacia los ríos que colectan las aguas que llegan a su cuenca fluvial.

Dice que ninguna presa construida artificialmente puede superar en volumen o funcionabilidad, a los lagos subterráneos, que son la única garantía de almacenamiento de grandes masas de agua y  retardar la velocidad de concentración.

Recuerda que el 86% de las cuencas hidrográficas se encuentran en franco proceso de deterioro, muy especialmente las ubicadas en las vertientes montañosas más altas de  la Cordillera Central.

Refiere que la presa de Hatillo que   debe contener las crecidas del Río Yuna, pero como su cuenca está completamente deforestada,   es imposible que pueda retener toda el agua que cae en tiempos de lluvias torrenciales,  provocando las inundaciones que  se agravan con las aguas que además le entran por el río Camú y otros afluentes menores.

Lluvias

Las lluvias caídas en la parte oriental de la Cordillera Central,  entre Villa Altagracia – San Cristóbal – San José de Ocoa y Bonao; durante la noche del 28 de octubre y el día 29, provocó niveles de precipitación que superaron los 450 milímetros, equivalentes a cuatro meses de lluvias normales.

Las  cuencas  de los ríos Ozama, Haina, Nigua, Maimón, Yuboa, Yuna, Mahomita, Mahoma, Banilejo y Nizao se encuentran entre las más deforestadas.

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