La semana que recién concluyó pudimos presenciar algo que con seguridad la enorme mayoría de habitantes del mundo nunca pensó que podría pasar: la degradación de nota de la economía norteamericana, algo que nunca antes en la historia había pasado. Efectivamente, la calificadora de riesgos Standard and Poor’s redujo la credibilidad de la economía estadounidense del excelente AAA al nivel más bajo de AA+ bajo el argumento de su alto nivel de deuda – solo esta semana tan pronto como el Congreso aprobó elevar su límite aumentó en 400 mil millones de dólares para llegar a 14.6 billones (millón de millones) – el enorme déficit presupuestario y lo que entiende son ausencias de planificación de políticas. Ese nivel de deuda se sitúa equivalente al 100 % del PIB de Estados Unidos.

Los problemas que ha venido confrontando Estados Unidos con su endeudamiento y las divergentes posiciones partidarias contribuyen a crear una gran ingobernabilidad política con muchas posibilidades de que esa economía arrastre a otra recesión mundial que podría tener consecuencias desastrosas. Todo ello, obviamente, debilita aún más la figura del Ejecutivo y crea gran incertidumbre sobre las posibilidades de Obama para las elecciones presidenciales del próximo año.

El llamado “techo de la deuda” del que tanto se ha hablado en las últimas semanas consiste en el límite legal de endeudamiento en que puede situarse la economía y para aumentarlo el Congreso tenía que autorizarlo y ahí las posiciones partidarias provocaron un bloqueo que solo se rompió cuando faltaban apenas horas para que se venciese el plazo del 2 de agosto, lo que habría llevado a EE. UU. caer en incumplimiento de pagos. Se había alcanzado el límite de 14.3 billones desde el 2 del pasado mes de mayo. El gobierno tiene que tomar prestado 40 centavos de cada dólar que gasta; dicho de otra forma: para cumplir con sus obligaciones el gobierno tiene que pedir prestado el 40% de las mismas.

El mecanismo del límite de deuda se adoptó en 1917 ante los requerimientos de la Primera Guerra Mundial y desde ese momento se ha tenido que elevar en 12 ocasiones, diez veces del 2001. Hoy Estados Unidos es el responsable del 40% de la deuda vigente en el mundo; se trata de un sistema económico donde las finanzas dominan sobre la producción y consume más de lo que produce, por lo que sus niveles de importación la han llevado a una situación de déficit comercial crónico. El nivel AAA que disfrutaba la economía estadounidense había hecho de esa economía la más segura y atractiva del mundo.

China es el mayo r poseedor de bonos del Tesoro norteamericano con 1,1 billones, seguido por Japón con 900 mil millones aunque en conjunto América Latina es la segunda poseedora de los bonos de deuda. Algunos piensan que no cundirá el pánico de venta de esos bonos con las consecuencias que ello tendría, pero en verdad hay que ver en los próximos días y semanas cómo se comportan las variables que pudieran llevar al mundo a otro desastre económico.