El 70 por ciento del territorio nacional está afectado por fenómenos de degradación como son la erosión y la desertificación, dijo ayer el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, durante un acto celebrado en el Palacio Nacional. Max Puig habló en el acto donde se celebró el Día Mundial contra la Desertificacion, según un boletín de la Dirección de Prensa del Palacio Nacional.

La estrategia nacional de combate contra la desertificación y la sequía está contenida en el “Programa de Acción Nacional (PAN) “, que formulan  autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente. A través de este instrumento se impulsarán las políticas, planes y programas de mitigación del problema y co-ayuda en la lucha contra la pobreza en el país.

Así lo expresó el secretario de Medio Ambiente,  doctor Max Puig, durante la actividad realizada en el Salón Verde de la Casa de Gobierno, a la que asistieron el subsecretario de esa institución, Ernesto Reyna; el embajador de Canadá, Alvin Curling y el representante de las Naciones Unidas, Niki Fabiancic, entre otros.  Puig afirmó que para la gran mayoría de las personas que viven en esas regiones la vida es dura e implacable y el futuro se les torna incierto, “viviendo un tanto al margen del desarrollo sostenible”.

Sostuvo que se requieren de acciones para frenar esa realidad e impedir que se agraven las situaciones de pobreza y deficiencia alimentaria de las personas que dependen directamente de la tierra.

Señaló que la conmemoración de la fecha coincide con la declaración del Año Internacional de los Desiertos y la Desertificación. Puig recordó que el Día Mundial de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía fue proclamado por la Asamblea General de  las Naciones Unidas para celebrarse el 17 de junio de cada año, de acuerdo con la resolución 49/115 del 19 de diciembre del 1994.

Indicó que la República Dominicana es signataria de la convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía (UNCCD), cuya incorporación se produjo el 26 de diciembre del 1996.

 Un año después el Congreso Nacional aprobó la adhesión del país a la convención.

El funcionario dijo que la pérdida de la productividad biológica de la tierra de zonas áridas, semiáridas y sub húmedas secas es una de las amenazas más graves contra la humanidad y que el problema es mundial.

 “Un tercio de la superficie de la tierra, más de 4,000 millones de hectáreas, están amenazadas por la desertificación, lo que afecta directamente a más de 250 millones de personas y pone en riesgo la vida de otros 1,200 millones en 110 países donde figuran los más pobres del mundo”, dijo.