Deja dicho que…

Deja dicho que…

Deja dicho que ahora hay partidos que violan el principio que reza: la antigüedad es un rango. Que no se toman en cuenta los riesgos asumidos en tiempos de tormenta para mantener la militancia.

Que los trabajos comunitarios de muchos años, la solidaridad con los compañeros perseguidos, presos, heridos, muertos, no se toma en cuenta.

Que sin que se tome en cuenta la opinión de la militancia se escoge a cualquier saltipanqui político,  que atraviesa una puerta y se convierte en “militante ejemplar” aunque huela aún a la bandera que levantaba alborozado días antes.

Que las candidaturas a ocupar puestos dentro de la organización o puestos públicos no se ganan en convenciones.

Que dejar de lado la voluntad popular es un gesto de modernidad con métodos, prácticas y visión propios de que hay un partido “nuevo”.

Que se soslayan  y se irrespetan los estatutos y métodos de trabajo y se asumen actitudes que se venden como algo provechoso, conveniente para la organización.

Que se maneja la organización como si fuera un negocio privado en el que el dueño hace y deshace, hasta por encima de la ley, constituida por los estatutos del partido.

Que se logra conquistar a nadie sabe quiénes ni a nadie sabe cuántos con el deslumbrante y Poderoso Caballero: Don Dinero.Que se adoptan acuerdos y se toman decisiones sin consulta previa y luego se impone una mayoría de borregos deslumbrados por el brillo del oro que no se sabe de dónde proviene.Es cierto que una lectura geométrica de la politiquería arroja como resultado que uno desconoce si algunos “políticos” transitan por la recta de arriba o por la paralela, porque en ocasiones caminan por una sinuosa tercera línea intermedia que no se marca, una línea sinusoidal que corre entre una y otra paralela. Que se frustran las aspiraciones de miembros meritorios y se colocan en su lugar figuras ajenas a la organización, en el ejercicio de una meritocracia que no comparten las bases de los partidos.

Que se escogen personas ajenas al ejercicio, al diario quehacer de activistas, miembros, colaboradores y se les ofrece el filete de posiciones que no merecen, que no han ganado con trabajo político.

Que se buscan personas de fuera como si no hubiera dentro quienes merezcan esas posiciones electivas, quienes además cuentan con el respaldo de las bases y tienen el respeto de sus comunidades.

Dado que estamos en tiempos preelectorales, que los partidos cogen y dejan, quiero que sea usted quien decida a qué partido o a qué partidos les queda el flux.

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