“Dejar a mi familia fue lo más difícil”

“Dejar a mi familia fue lo más difícil”

Imagine usted tener que tomar una decisión como la siguiente con apenas 18 años de edad y siendo nativo de un pueblo como Cotuí.

Si quiere seguir creciendo en el deporte que practica, debe mudarse a Santo Domingo, dejar atrás a sus padres, de quienes nunca se ha separado por más de unas horas o pocos días.

Tendrá que someterse a fuertes entrenamientos, que compartirá con largas horas de estudio universitario en las noches y tareas en las madrugadas.

Pues eso fue precisamente lo que hizo Ana Villanueva para lograr emprender su sueño de representar al país en el deporte que tanto adora y que la ha llevado a convertirse en la única dominicana
“Inicié en el karate a los 13 años, en el ayuntamiento de la provincia Sánchez Ramírez. Los comienzos son difíciles, pero con mi gallardía y perseverancia pude llegar a la preselección juvenil, donde el entrenador Alberto Soriano me acogió, pero él me decía que estando en la provincia no iba a progresar como lo que él tenía planeado para mi.

“Me mudé a los 18 años para la capital y comencé a trabajar bien duro y hubo muchas lágrimas y sacrificios de mi familia”, recuerda la bicampeona panamericana y única medallista dominicana en un mundial de karate de toda la historia.

“Estoy en la posición número seis del mundo del ranking y para una persona que ha venido desde tan abajo”, indicó.

Los sacrificios, relata Ana, han sido muchos en su camino a llegar a la cima del deporte, incluyendo horas extensas de estudios para poder graduarse de contabilidad en la universidad.

“Entrenaba de 9 a 12 de la mañana, luego en la tarde otro entrenamiento y luego de las 6 p.m. era que iba a la universidad y al llegar a casa después de las 11 p.m. era que me ponía a estudiar, pero cuando uno quiere siempre se puede… con sacrificio, con esperanza y esmero se puede”, da como mensaje la campeona dominicana.

El orgullo patrio. Si algo arde en el pecho de Ana luego de una competencia importante, como el caso de los Panamericanos de Guadalajara en el 2011 y los Panamericanos de Toronto en el 2015, es poner a sonar las notas del himno nacional en playas extranjeras.
Eso, según la karateca de 33 años de edad, vale hasta el último de los esfuerzos que ha realizado en su vida.

“Cuando tú estás en la competencia y ves un estadio lleno y pones tu himno a sonar y que todo el mundo se para a escuchar tu himno, vale la pena”, comentó.

Reclama oportunidades para la juventud. Villanueva entiende que los jóvenes dominicanos necesitan más oportunidades para poder desarrollarse íntegramente.

Según estudios de diversos organismos nacionales, la tasa de desempleo total del país se estima en 14 por ciento.

Sin embargo, el desempleo del conjunto de los jóvenes entre 15 y 29 años se estima en 27 por ciento.
La situación es peor entre las mujeres jóvenes, las cuales, en ese rango de edad tienen una tasa de desempleo estimada en 38 por ciento.

Villanueva entiende que con más chances, los jóvenes pueden destacarse.

“Creo que para nosotros los jóvenes hay que crear fuentes de empleos y dar oportunidades. Una persona que sale hoy de la universidad quizás no tiene toda la experiencia, pero requiere de una oportunidad porque sin eso no se llega a nada”, indicó.

Y agregó que un camino para lograr eso es el deporte
“El deporte te abre muchas puertas, por eso es bueno que el joven haga mucho deporte”, dijo.

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