Dejar de fumar, lo primero

Dejar de fumar, lo primero

El tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica que, en el 80 % de los casos, se inicia antes de los 20 años de edad y se mantiene debido a la dependencia que produce la nicotina. Es responsable del 30% de los tumores que pueden aparecer en diferentes órganos. En el humo de los cigarrillos hay más de 600 productos tóxicos, de los cuales unos 40 pueden producir cáncer. El alquitrán y nitrosaminas son ejemplos de tóxicos responsables de la aparición de tumores.
El cigarrillo electrónico no es inocuo. El líquido con el que se cargan contiene propilenglicol y glicerina, sustancias asociadas a irritación de las vías aéreas y toxicidad pulmonar. Asimismo, el vapor de los cigarrillos electrónicos presenta sustancias químicas que pueden suponer un riesgo para la salud como formaldehído, acetaldehído y acroleínas.
Existen tratamientos para el abandono del tabaco basados en asesoramiento psicológico y fármacos.
El tratamiento sustitutivo con nicotina (parches, chicles, comprimidos y spray bucal), o los fármacos Bupropion y Vareniclina son de primera elección en el proceso de dejar el tabaco, pero iniciar un tratamiento farmacológico para dejar de fumar por cuenta propia es un error que puede conllevar a un fracaso terapéutico y tener consecuencias importantes para la salud.

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