Ocioso, revisando papeles viejos, me topo con un artículo publicado en el periódico Hoy, precisamente un día miércoles 3 de julio del año 2013 titulado “No es necio, quien hace la necedad.” Lo trascribo, porque no ha perdido actualidad. Comienza así: “Visitaba a un amigo a quien sorprendí, bolígrafo en mano, leyendo la pequeña gran obra del padre jesuita Baltazar Gracián (1601-1958) :“El Arte de la Prudencia.” 300 aforismos comentados con sentido de universalidad, adaptado a situaciones concretas, diferentes y cambiantes que escapan del sentido práctico, no moralista del autor, donde el hombre virtuoso loresume todo. Tomado de sorpresa, escogí entonces una lectura al azar: “No es necio quien hace la necedad” si no la sabe encubrir. Se deben encubrir los efectos, mucho más los defectos…” Pasa el ángel del silencio quebrantado por una pregunta ingenua: ¿En quién piensas? ¿Alguien en particular? Si, en Leonel Fernández, confiesa, adivinando mi pensar.
Leonel Fernández Reyna, nacido en Villa Juana, populoso barrio capitalino de clase media baja, a temprana edad emigra a Estados Unidos, reside en New York, que le deslumbra.
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Estudioso, de inteligencia por encima del promedio, cibernético, incursiona en la política.
Se inscribe en el PLD de Juan Bosch quien funda el partido de Liberación Nacional (Servir al Partido para servir al pueblo) con “dirigentes honestos, incorruptibles, desengañado de la clase trepadora del PRD.” Se destaca por sus artículos publicados en la revista Vanguardia Revolucionaria. Designado Vicepresidente en su segundo intento, logra ser postulado a la presidencia, alcanzando el solio presidencial tras una alianza estratégica, malévola, sostenida por un Bosch disminuido y un Joaquín Balaguer astuto y perverso, quien llegaría a ser el verdadero líder concentrando enormes poderes basado en una nueva Constitución proclamada por una Asamblea Revisora, ilegitima, viciada, hecha a su medida.
Aquella pregunta y su respuesta no podían quedarse en el vacío. Atraídas por el sometimiento judicial del Dr. Guillermo Moreno, presidente del partido Alianza País contra los imputados Leonel Fernández Reyna, su tacita de oro “Funglode” y otros presuntos implicados, la insólita decisión de la fiscalía del Distrito ordena su archivo definitivo, sin previa investigación, contrariando su deber al no existir en la Constitución ni en el arcaico Código Penal figura jurídica alguna que tipificara la corrupción, el lavado de activo, la malversación de fondos públicos, prevaricación etc. siendo ese mismo código el que condenara al presidente Salvador Jorge Blanco sin ser corrupto, siendo sometido a la cárcel, porque “ cuando el poder político, omnímodo, entra por una ventana, la justicia sale por otra.”
El escrito de objeción al archivo definitivo de la querella, desmonta las falacias y violaciones que incurre la Fiscalía del Distrito para sustanciar la querella. El inculpado se siente seguro de su blindaje, sin importarle que se vislumbre la verdad porque, para su bien, lo libera de toda sospecha.