Del Banco Central

Del Banco Central

[b]Señor director:[/b]

Acostumbro a leer su editorial diariamente. Por lo general abordan temas de actualidad y con un enfoque mesurado. Sin embargo, no puedo pasar por alto el contenido ni los términos utilizados en el editorial del miércoles 16 de junio, donde se analizan datos del Banco Central sobre la inflación del 2003 y 2004, sacando conclusiones totalmente infundadas.

Sinceramente, creo que la dureza y agresividad de este editorial no se compadece con la realidad de los hechos ni con la línea que caracteriza a ese periódico, salvo que existan razones que yo desconozco para que se produzca un cambio repentino en este contexto.

Por ejemplo, se concluye en su editorial que la inflación de estos dos años demuestra que este Gobierno perdió el control de los indicadores económicos y del sistema cambiario, mantuvo excesivos niveles de gastos, y se endeudó en exceso. Y concluye que está demostrado hasta la saciedad la inconsistencia de nuestros argumentos de que esta inflación y la erosión de la economía son causas de la guerra de Irak en el 2003 y de los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001.

Esto demuestra la poca consideración y respeto que se tiene en las autoridades públicas que asumieron la responsabilidad de enfrentar una crisis financiera de proporciones nunca vistas en nuestro país, cuyas consecuencias, de no haberse resuelto, hubieran podido derivar en la pérdida de muchas vidas humanas, la total ingobernabilidad y la destrucción de bienes económicos cuyo costo sería incalculable.

Para su información, la inflación en el 2001, fue de 4.4%, con un crecimiento del PBI de 4.0%. La del 2002 fue de 10.5%, con un crecimiento del PIB de 4.3%. Y en el 2003, a raíz de la quiebra, de varios bancos comerciales, la inflación alcanzó 42.7% con un crecimiento de -0.4%.

De no haberse producido la crisis financiero del 2003, la inflación hubiera rondando el 7% y el crecimiento del PIB un 6%, dado el excelente comportamiento observado en varios sectores productivo y de servicios. Usted puede estar seguro que de haberse logrado estas cifras, la historia política reciente también hubiera sido totalmente diferente.

Por lo tanto señor director, nunca hemos argumentado que fue la guerra de Irak y Afganistán o el terrorismo internacional los que causaron la erosión de la economía. Tampoco lo fue la pérdida del control cambiario o de los indicadores económicos y mucho menos el déficit público, como usted señala.

Si usted desea encontrar la verdadera causa de esta crisis, bajo la presunción de que fue producto de la guerra y el terrorismo, entonces imagínese que la misma no se produjo en New York, Irak o Afganistán, sino en el sistema financiero dominicano y eso lamentablemente, ni se menciona en el editorial.

También usted sabe que el déficit fiscal registrado en los últimos tres años, sacando el cuasifiscal que aparece en el 2003, ha sido uno de los más bajos de América Latina, y eso está escrito en todos los reportes del Banco Mundial, FMI y el BID que son accesibles por Internet.

Señor director, con todo el respeto que le tengo, no ayuda en nada al progreso y la justicia de este país, esconder la realidad de los hechos y mucho menos obviar los esfuerzos que realizan las autoridades para retomar las sendas del desarrollo, en una economía que aún con sus problemas, posee fundamentos sólidos, como bien lo describe la misión del FMI en su último informe.

Finalmente, cuando usted se refiere al manejo inadecuado que arrastró a la quiebra de tres bancos comerciales, nos gustaría conocer la versión de ese medio sobre cual hubiera sido el manejo adecuado. Me imagino que encubrirlo todo era una opción, como ha sucedido y sucede en muchas otras áreas que afectan el interés público y la estabilidad del país, pero lamentablemente me tocó a mi manejar la crisis financiera y la irresponsabilidad no encaja en mis parámetros conceptuales. Quizás otro gobernador lo hubiera hecho mejor aunque con el tiempo la explosión, en vez de una granada de mano, hubiera sido similar a una bomba de neutrones.

Sin otro particular, le saluda,

Atentamente,

Lic. José E. Louis Malkun

Gobernador

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