Del éxito al fracaso.- Cumplida la primera jornada de la huelga por 48 horas convocada por el CMD en los hospitales públicos en protesta por las cancelaciones “ilegales y arbitrarias” de médicos por parte del Ministerio de Salud, sus organizadores podrán proclamar, como en tantas otras huelgas del pasado, que fue todo un éxito, ya que a miles de pacientes pobres de todo el país se les negó su derecho a recibir atenciones a sus problemas de salud. Efectivamente. Cuestionado por periodistas de distintos medios en el local del gremio, el doctor Waldo Ariel Suero afirmó que la paralización fue acogida en su totalidad, al tiempo que advirtió que los médicos emprenderán otras acciones, que no especificó, hasta lograr la reposición de los cancelados “de forma despótica”.

El problema está en que el Ministerio de Salud jura y perjura que esas cancelaciones se hicieron apegadas a la ley 41-08 de función pública, y que los médicos desvinculados no estaban asistiendo a sus puestos de trabajo. Eso quiere decir, en buen dominicano, que el juego está trancado, que las autoridades están convencidas de que actuaron de manera correcta y dentro del marco de la ley, y probablemente por eso creen que no tienen nada que dialogar con los huelguistas. Y esas son malas noticias para los pobres infelices que van a los hospitales porque no tienen otro lugar a donde ir, pero ya los médicos han demostrado que la suerte de esos pacientes les importa muy poco si están de por medio sus reivindicaciones laborales y gremiales.

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Que su suerte tampoco le importe al gobierno es otro cantar muy distinto, pues se supone, y en países como este hay que decirlo de esa manera, que es su responsabilidad velar por el bienestar de la sociedad toda, pero mas que nada garantizar que se respeten los derechos de sus ciudadanos. Porque si es verdad, como dice Waldo Ariel, que la huelga fue un éxito total, también hay que decir que representa un gran fracaso para un Estado que se muestra incapaz de proteger a su población mas vulnerable.