Del la’o de mis cuartos o un pueblo sin memoria

Del la’o de mis cuartos o un pueblo sin memoria

Ante la celebración de fechas históricas en la República Dominicana nos enfrentamos a una terrible realidad. La gran mayoría del pueblo dominicano no conoce su historia.

Las anécdotas al respecto son muchas. Van desde sondeos que se hacen en los medios de comunicación hasta profesores que preguntan en las aulas y no obtienen respuestas.

Es un pueblo sin memoria. Da vergüenza que hoy la niñez y una parte importante de la juventud sepa quién es El Lápiz Consciente y desconozca, en cambio, a Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ese desconocimiento implica falta de amor. No en vano se dice que solo se ama realmente aquello que se conoce. El viernes se cumplieron 50 años de la Guerra de Abril de 1965 y al preguntar a un guardia de qué lado él hubiese estado en la gesta, si con los militares constitucionalistas o con los otros, respondió rápidamente: Del la’o de mis cuartos.

Pero no nos llamemos a engaño. Esto no es fortuito ni ingenuo. Gramsci hablaba de la hegemonía cultural y de cómo grupos dominantes pueden imponer ideas dominantes.

Si vamos al origen de estos males encontraremos desde sistemas de educación deficientes en la enseñanza de la historia popular, hasta exhibiciones contemporáneas de cultivo de riquezas por encima de la Patria. Todo eso manda metamensajes a una niñez y a una juventud y evidencia falta de interés en que conozcan estas partes de la historia.

Mas, sobretodo hallaremos que cuando no se tiene acceso a derechos fundamentales como alimentación, vivienda, salud, trabajo, educación… conocer la historia no es una prioridad.

Y es que estudiar estos episodios históricos conmina a la rebeldía, a no resignarse. Es imposible conocer a los trinitarios, el desprendimiento material de Duarte, el riesgo de los miembros del 1J4, la valentía de los Héroes del 30 de Mayo, el trabajo político de las Hermanas Mirabal, la defensa de la democracia que hicieron los Héroes de Abril y, tras conocer esto, no sentirse intolerante ante las injusticias y comprometido a darlo todo por esta Patria, por este pueblo.

Por el contrario, mientras transitemos la nave del olvido somos manejables, susceptibles, dóciles.

Ya lo decía Allende: “Los hombres y pueblos sin memoria, de nada sirven; ya que ellos no saben rendir culto a los hechos del pasado que tienen trascendencia y significación; por esto son incapaces de combatir y crear nada grande para el futuro”.

La construcción de la República pendiente amerita conocer la historia para no repetirla y entonces construir un futuro lleno de justicia económica, política y social, donde todos tengamos oportunidad y acceso a una vida digna. A eso nos conmina Abril, entre otras fechas.

 

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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