El derrumbamiento del muro de Berlín  rompió el contrapeso geopolítico mundial con sus expresiones socioeconómicas, que fue compensado con la presencia de Chávez; por lo que extrañaremos al mandatario recién fallecido mas allá del eventual rediseño de programas de ayuda que propiciara.

Pero dado el entrelazamiento de procesos históricos dominico-venezolanos acentuados por proximidades geográficas, existen otras lecciones aprovechables.

Desde la colonización, el entrelazamiento se producía, a través de audiencias y contrataciones.  Nuestras respectivas independencias estuvieron solapadas, necesitándose mutuamente. Cuando Bolívar nos negó apoyo, nuestra independencia resultó efímera.  Nuestros próceres sufrieron vicisitudes semejantes-“Duarte como Bolívar murieron en cama ajena”-mientras el nuestro moría en aquella tierra.

Sus dictaduras se encadenaban: Gómez–>Trujillo-> Pérez Jiménez. Betancourt, representación emblemática de la social democracia, sufrió atentados de Trujillo, tendiendo manos a Bosch. Desde Venezuela se aupó y formó el social cristianismo dominicano. Entre ambos sustentaron nuestro resurgimiento democrático hasta que su degradación germinó la intentona golpista de Chávez en 1992.

Esa degradación venía desde los 80s. Mientras prestaba servicios al gobierno  socialcristiano, asistí a la celebración del cumpleaños de Betancourt, percibiendo vasos comunicantes en la repartición de raciones gubernamentales; confirmándolo mientras concurría al proceso electoral venezolano en apoyo a la candidatura socialcristiana en 1988.

Estas elecciones las ganó el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez (CAP) a cuya toma de posesión acompañé al Presidente Balaguer. Eran tiempos de los rigurosos ajustes fondomonetaristas. Venezuela no escapaba a ésta amenaza a pesar del prodigio petrolero; siendo materia  de conversación oficial y oficiosa, acicateado por la presencia de Fidel Castro, la coexistencia de pobreza popular dentro de riquezas nacionales.

El gobierno de CAP no escarmentó la experiencia de su par dominicano en 1983. Aplicó ajustes que dieron como consecuencia el Caracazo, precisamente el día de nuestra independencia, resultando centenares de muertos y miles de heridos.

Chávez fracasó en su intentona. Fue encarcelado.

Pero CAP termina “apartado del cargo”, exilándose hasta morir desterrado.  Para las elecciones de 1994 el socialcristianismo venezolano deja que Rafael Caldera forme tienda aparte, quien triunfa y concede libertad a Chávez. Para 1999 elpartido socialcristiano se rindió a la belleza postulando una reina para finalmente retirarle su apoyo, mientras las divisiones arropaban la  socialdemocracia.

Todo viabilizó el triunfo de Chávez. Por su ejercicio Chávez podrá ser criticado; pero quedará insertado  en la historia.

Por demostrar las consecuencias de la ineficacia e ineficiencia de una democracia carcomida por partidos descompuestos, degradados y connivenciados en el  lucro de recursos nacionales. Por demostrarles a los apóstatas de la democracia que ésta puede reportarles dividendos mayores que la confrontación armada. Y por dejarnos huérfanos de contrapeso en la todavía desequilibrada geopolítica mundial.