Del Partido Dominicano a un sistema político   democrático

Del Partido Dominicano a un sistema político   democrático

Con la desaparición física de Rafael Leonidas Trujillo, el 30 de mayo de 1961, cayó el mito  de El Jefe, de El Benefactor, de El Padre de la Patria Nueva, del Amo,    Señor y Todopoderoso.

Hasta esa fecha y por 31 años, Trujillo fue el dictador que ejercía la política de una manera represiva, autoritaria, personalista, excluyente y arbitraria. Las mismas instituciones estaban bajo su  determinio.  Fundamentaba su poder en el miedo.

El Partido Dominicano fue la organización política que le sirvió de soporte a Trujillo como maquinaria ideológica.  Fue fundado oficialmente el 2 de agosto de 1931. Era el único partido permitido durante el régimen y tenía por símbolo una palma.

Todos los dominicanos mayores de edad  tenían la obligación de  estar inscritos en el partido, ese carné se convirtió en el documento necesario   para la mayoría de las actividades cotidianas, como buscar empleo, transitar  y salir del país.

 El historiador Franklin Franco, autor  de  “La historia del pueblo dominicano” y  “El pensamiento dominicano 1780-1940”,   destaca que quienes llevaron al poder a Trujillo constituían un grupo de intelectuales, encabezado por Joaquín   Balaguer, Roberto Despradel,   Rafael Tolentino, Manuel Arturo Peña Batlle y Arturo Logroño, entre otros.   Franco   llama a esos intelectuales    ideólogos    corrompidos que pusieron su talento al servicio de la dictadura. 

 De acuerdo al escritor, el Partido Dominicano tenía sus lineamientos democráticos, modernos, con sus estatutos, programas y reglamentos internos.   Después se convirtió en un instrumento de dominación de la dictadura y se borraron  todos los elementos modernizantes.

Trujillo pasó a ser la fuerza fundamental de la dirección del partido, apoyado por los grupos de intelectuales. El partido tenía  una junta directiva, juntas municipales,   organizado en las secciones, en los campos con sus representantes. 

Franco dice que es difícil establecer el número de miembros que tuvo ese partido. A la caída del régimen de  Trujillo fue disuelto por uno de sus mentores,  el entonces presidente Joaquín Balaguer.

El nombre de Partido Dominicano envolvía un atractivo de por sí.

En 1945 hubo intento de   organizar otros partidos políticos, a raíz de la Segunda Guerra Mundial, que originó una apertura democrática en todo el mundo. Trujillo permitió un espacio controlado por algunos grupos políticos.  Los únicos que aprovecharon ese escenario fueron el grupo  Juventud Democrática y el Partido Socialista Popular. Al final esas organizaciones fracasaron en sus intentos. El poder del jefe los hizo sucumbir.

 Partido único. Trujillo ejerció el poder en República Dominicana desde 1930 hasta el 1961, unas veces directamente y otras en forma indirecta. Su primer mandato del 1930-34,  se reeligió  1934-1938. Para las elecciones del 16 de mayo de 1934, Trujillo era el único candidato.   El 16 de agosto asume el poder por segunda ocasión consecutiva y lleva a Jacinto Bienvenido Peynado de vicepresidente.

Por la masacre de los haitianos en 1937  y las presiones internacionales, Trujillo fue desacreditado. De 1938 a 1942 gobernó de manera indirecta. La historia le ha asignado a Trujillo  el genocidio de 15 mil a 20 mil haitianos  que vivían en la zona fronteriza. Esa acción se conoció  como la Masacre del Perejil o El Corte.

El tercer  mandato de Trujillo fue de  1942-1947. En febrero de 1942 Trujillo fue nuevamente postulado por el Partido Dominicano y otro recién creado llamado “Partido Trujillista”. Votaron casi 600,000 ciudadanos.

El cuarto mandato fue de  1947-1952, su segunda reelección. En esas elecciones participaron tres partidos  políticos:    Nacional Laborista,   Nacional Democrático y el Partido Dominicano, que llevaban de candidatos a Rafael A. Espaillat, Francisco Prats Ramírez y Rafael Leónidas Trujillo.

Trujillo obtuvo el 90% de los votos. En octubre de 1952, Trujillo crea el Instituto Trujilloniano, con  Peña Batlle como su presidente. Su función era difundir la obra de Gobierno de Trujillo.

Ideología trujillista.  Intelectuales de la época   defendían las ideas de Trujillo.   Peña Batlle dijo: “Trujillo nació para cumplir un destino inminente, imponderable, fuera de toda previsión sentimental”.

En   “Las ideologías políticas dominicanas” Franco dice  que Trujillo,  en consecuencia, aparece en la concepción de los ideólogos de su régimen, como el padre, el guía, el Mesías, salvador de su pueblo.

En la Era de Trujillo las campañas electorales eran manifestaciones sin alegría, la gente participaba  compulsivamente, eran llevados en los vehículos de los ministerios, tenían que ir de manera obligada a los mítines, de lo contrario eran cancelados y hasta apresados. En la actualidad eso ha cambiado.

 Multipartidismo.  El historiador Franklin   Franco,  el luchador antitrujillista Rafael -Fafa- Taveras y la socióloga Rosario Espinal coinciden en destacar que la sociedad dominicana,  a 50 años de la dictadura, ha avanzado bastante en materia política.  

 En la actualidad el sistema político dominicano es  competitivo electoralmente, de participación activa de los ciudadanos,  hay élites políticas que circulan   en el poder a través de distintos partidos y tienen acceso de los recursos del Estado.

En tiempos de Trujillo había un monopolio del poder político y del económico. Por eso en la actualidad hay una ampliación de la clase política, porque distintos segmentos políticos acceden al poder.

En términos de la ciudadanía, la existencia de libertades civiles permite unos niveles de participación política que no eran posibles en la Era de Trujillo. Los partidos políticos son abiertos y democráticos.

De la época de la tiranía, dice Espinal,   se mantiene una especie de arbitrariedad en la asignación de recursos  públicos, es decir, quien está en el poder tiene demasiada autonomía en la forma en que distribuye los fondos del Estado y ahí viene el problema de la institucionalidad. Advierte que todavía en el país falta mayor nivel de control ciudadano sobre los poderes públicos y mayor responsabilidad de los mismos  hacia la ciudadanía. Esa falta de correspondencia tiene una raíz en la época autoritaria.

En la política dominicana se mantienen los rituales de subordinación al poder, lo que  tiene que ver porque hay un amplio segmento de la población que depende mucho de los beneficios públicos. Analistas políticos concluyen  que  50 años después de la caída de la dictadura se evidencian profundos cambios en el sistema político dominicano, aunque aún se retengan  prácticas clientelistas, de subordinación del poder, del personalismo y la corrupción.   

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El multipartidismo

 En la presentación del casillero con los partidos políticos no aparecen los últimos reconocidos por la JCE, tales como Alianza País,  que preside Guillermo Moreno; Partido Cívico Renovador, que preside Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna; y Dominicanos por el Cambio, cuyo fundador es Eduardo Estrella.

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