Del proteccionismo loma mirandero al reeleccionismo

Del proteccionismo loma mirandero al reeleccionismo

Las extravagancias populistas seguidas para re-declarar Loma Miranda área protegida terminó reforzando la popularidad presidencial, a juzgar por la encuesta Gallup-Hoy; y demostrando acatamiento congresual a la voluntad del ejecutivo potencialmente expresable en modificaciones constitucionales para permitir reelección.

Esa popularidad aumentó en dicha encuesta, levantada dentro del plazo constitucional que se disponía para observar la ley aprobada por el Congreso, dentro del cual se incrementaron exigencias y reclamos para su promulgación o no; interpretables como reconocimiento que el poder decisorio radicaba en la presidencia y como señal de endoso y confianza ciudadana para que hiciera lo que estimara pertinente, magnificándose su popularidad.

El Senado de la República acogió prestamente la observación presidencial, prácticamente a unanimidad o con mayoría absolutísima, dependiendo del momento de valoración, si antes o durante votaciones; precursando vocación para obtemperar requerimientos provenientes del ejecutivo.

Contrariamente a lo ligeramente y superficialmente apreciado, exacerbado por estereotipos populistas, la observación le tradujo al Presidente mayor popularidad presidencial y viabilidad congresual que lo pueden animar para optar un nuevo período constitucional.

La popularidad presidencial debe haberse reforzado aún más al ejercer y ostentar la autoridad conferida en la Constitución y las leyes que se mantenía recónditamente expresada desde que en junio pasado, en la cumbre del CELAC celebrada en La Habana, el Presidente encaró al primer ministro de San Vicente sus injerencias contra la soberanía dominicana.

Esa autoridad que dispone el Presidente, ejercida y ostentada debidamente, genera confianza que nuestra nación no sucumbirá ante el accionar de “hombres sin juicio y sin corazón /que/ conspiran contra la salud de la Patria” al decir de nuestro Padre Duarte; situación que recuerda aquella admonición de Bosch asumiendo la presidencia en 1963: “en nuestras manos no perecerá…” la libertad para aquella ocasión, la democracia ahora.

De estas reflexiones se derivan tres grandes lecciones:

Primera: Reafirma que toda acción política debe ponderar consecuencias y reacciones, previendo posibilidades de quien terminará siendo beneficiario de lo emprendido, especialmente si se enfrenta a quien dispone de habilidades para saber concatenar acontecimientos en su provecho.

Segunda, que el Gobierno no debe temer las movilizaciones convocadas por Loma Miranda área protegida, pues lo es desde gobiernos reformistas, la observación no contempló autorización de explotación y las movilizaciones populistas están terminando beneficiando popularidad presidencial.

Y tercera, retomando previamente la encuesta, donde 12 de 18 áreas fueron evaluadas con desempeño inferior al 50%, ninguna superando puntaje presidencial; incongruencia interpretable como asintonía entre administración gubernamental e intenciones presidenciales.

 

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