Nueva York, (AP).- El gobierno del presidente depuesto, Manuel Zelaya, urge a la comunidad internacional a reinstalar a sus delegados en Honduras, en momentos en los que la seguridad del mandatario y la del pueblo están en peligro, señaló la canciller de ese país Patricia Rodas.

«Se ha llegado al plano de la tortura física y psicológica» dijo el martes Rodas en una rueda de prensa.

La diplomática indicó que han hecho un llamado a las delegaciones diplomáticas para que vuelvan a mandar a sus embajadores y representantes al país, ahora que Zelaya persigue una «resistencia pacífica» dentro de Honduras.

La canciller afirmó que 313 personas, incluidos la esposa de Zelaya y miembros de su gobierno, se encuentran en la embajada de Brasil en Honduras, sede diplomática en la que se refugió el mandatario depuesto tras su regreso al país.

Rodas denunció que en la embajada les han cortado la luz, los servicios básicos y el acceso a alimentos. Además, dijo, fuerzas de seguridad han lanzado bombas lacrimógenas dentro de la sede diplomática.

Según la canciller, al menos una niña murió en medio de los gases lacrimógenos y hay heridos.

Representantes del gobierno depuesto denunciaron que partidarios de Zelaya, como profesores y sindicalistas, estaban siendo perseguidos y llevados a un estadio de béisbol en la capital Tegucigalpa.

El hijo de Manuel Zelaya, Héctor, dijo que su padre se encuentra «muy optimista» gracias al apoyo que ha recibido del pueblo, pero que está muy preocupado por la situación actual en su país.

Rodas aseguró que Zelaya quiere un proceso de diálogo y reconciliación y «está dispuesto a firmar el Acuerdo de San José de inmediato», pero agregó que también trabajan en la OEA y la ONU para encontrar «nuevas propuestas creativas» que lleven a restaurar el orden constitucional.

Ante una pregunta sobre lo que se avecina, la canciller dijo que existe la posibilidad de «entrar en un panorama impredecible» y responsabilizó al gobierno de facto dirigido por Roberto Micheletti por la violencia.

«Zelaya ha entrado de manera pacífica, sin armas», insistió.

Rodas dijo que hasta ahora Zelaya no ha tenido contacto con el gobierno de facto. El presidente fue depuesto en un golpe de Estado el 28 de junio, en momentos en los que intentaba realizar un referéndum no vinculante sobre su posible reelección.

La OEA ha intentado impulsar un proceso de negociación basado en el Acuerdo de San José, que contempla el regreso de Zelaya a la presidencia, elecciones presidenciales adelantadas y una amnistía política.