Delegados de ocho países de América Latina acuerdan diez estrategias para impulsar la economía solidaria

Delegados de ocho países de América Latina acuerdan diez estrategias para impulsar la economía solidaria

Con una declaración pública concluyó el Primer Congreso Internacional de Economía Solidaria, en la que las delegaciones de Argentina, Colombia, Perú, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Brasil y República Dominicana, acordaron impulsar diez acciones estratégicas, entre las que se encuentran la creación e implementación de un marco legal para fomentar el desarrollo de la economía solidaria en los países de América Latina y El Caribe, e impulsar una mesa de trabajo con los Ministerios de Planificación y las cancillerías.

Los representantes de las organizaciones de economía solidaria acordaron hacer un llamamiento por la construcción de la equidad social, a partir del cumplimiento de las leyes que versan sobre los montos presupuestarios a ser destinados a cada sector, especialmente el 4 por ciento a la educación.

En la declaración pública los participantes del congreso acordaron apoyar la construcción de estrategias nacionales de desarrollo social en sus respectivos países, con enfoque especial en la persona humana, y en donde la macroeconomía se constituya en una condición necesaria y donde las valoraciones se realicen en base a indicadores sociales.

Otros de los acuerdos alcanzados y contenidos en el documento público son promover la necesidad de una reestructuración del sistema financiero en torno a una nueva arquitectura financiera, demandar que en nuestros países se reconozca la valoración apropiada de los trabajadores autónomos y su integración al Sistema de Seguridad Social, promover un acuerdo de asociación entre los pueblos latinoamericanos y del Caribe para el desarrollo de prácticas solidarias. También se acordó apoyar la creación de un espacio virtual para incrementar el debate sobre economía solidaria en las universidades públicas de estos países, e impulsar la formación de una cátedra sobre el tema.

Los y las participantes en el Congreso  Internacional de Economía Solidaria concluyeron en que este tipo de economía se ha ido construyendo por la sociedad mediante formas innovadoras que comprenden diversos emprendimientos económicos, integradores e incluyentes, basada en ejes como la soberanía alimentaria, la autogestión, la equidad de género, sustentabilidad ambiental y la participación democrática, cuyo impacto se verifica en el Producto Interno Bruto –PBI-.

Las representaciones de las organizaciones entienden que el surgimiento de prácticas económicas solidarias tendentes a la formulación de políticas públicas autogestionarias, ha tenido un efecto positivo como se ha demostrado en los casos de Brasil, Ecuador, Colombia y otras naciones de Sudamérica.

Las entidades también entienden que es conveniente fortalecer la articulación de las organizaciones de economía solidaria en redes nacionales y regionales, como está haciendo la REDESOL, en el país.

Desde el martes, 30 de noviembre, más de 170 delegados nacionales e internacionales, participaron en el desarrollo de nueve paneles, en los cuales, cada país  dio a conocer el impacto que está teniendo la economía asociativa y solidaria en la lucha contra la pobreza en sus respectivos países.

En la primera parte del evento se hizo un análisis en torno a la teoría y la conceptualización de economía solidaria, y de sus expresiones y prácticas en América Latina y el Caribe. Luego se analizaron las características de las 277 crisis que ha generado el neoliberalismo en toda su historia y de cómo la economía solidaria ha venido creando un nuevo paradigma teórico-práctico, con  expresiones económicas concretas, como alternativas para el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe.

Las discusiones durante los tres días del congreso, estuvieron enfocadas en el análisis de los procesos en los que se ha venido diseñando una nueva arquitectura financiera Regional, en la construcción de alternativas para un desarrollo sostenible de los pueblos latinoamericanos, los que han venido propugnando por un comercio justo como sistema de reorganización de las relaciones sociales.

Durante el desarrollo del evento, organizado por la Red Dominicana de Organizaciones de Economía Solidaria –REDESOL, el Instituto de Desarrollo de la Economía Asociativa –IDEAC, con el apoyo del  Ministerio de Trabajo y el Consejo Nacional para la Reforma del Estado –CONARE- se consideró urgente satisfacer la necesidad de construcción de un nuevo sistema económico que coloque al ser humano como sujeto de derecho, y en el que sean respetados y preservados los recursos naturales.

El congreso también abordó el tema de género en la economía solidaria, haciendo un análisis de las propuestas feministas en este nuevo concepto económico, como una estrategia de ruptura con el modelo patriarcal de explotación capitalista.

Durante la discusión se insistió en la necesidad de visibilizar el trabajo de las mujeres, comenzando por las labores domésticas que realizan estas, cuya labor, según citó Mirqueya Mateo, catedrática de la Universidad Autónoma de Santo Domingo aportan más del 20 por ciento del Producto Interno Bruto, de acuerdo a un estudio realizado en Costa Rica, en el año 1993. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas