Dele/n/ un asiento

Dele/n/ un asiento

Dele/n/ un asiento al don…” Se escucha por más de un punto cuando se aborda el Metro. Sucede cuando ingresa una persona con limitaciones físicas, edad, con niños, una embarazada o alguien con problemas visuales. Me sucede cuando entro: cabello blanco, frente despejada, pasos tardos, algo vacilantes…

Uso, de vez en cuando, ese medio de transportación. Sensibilizado con los reclamos solidarios de asientos, comenté:

 –Qué bien hemos asimilado esa conducta de cortesía en el sistema del Metro.

Eloísa me respondió:

–Es que la misma autoridad dentro del transporte lo solicita, como seguridad de los pasajeros que   necesitan ayuda. Es un deber dentro del sistema.

–Dele/n/ un asiento, por favor, se escucha repetidamente, y la verbalización me devuelve a mis días en las aulas de la normal de varones de la avenida Duarte: Rogelio Lamarche Soto, Petronio Mejía, Elvira viuda Llovet, Carlos Curiel, Max Gómez Oliver, Manolín Troncoso, María Martí, Andrés Avelino, Gustavo Wiese Delgado y otros.  Los inolvidables hermanos Virgilio y José María Travieso Soto, a cargo de la disciplina.

Mi memoria se ubica en el segundo curso “D”, del bachillerato (1952-1956), lado sur del viejo edificio, entonces novísimo. Y siento que estoy desarrollando el tema de los pronombres personales en función complementaria:

Mí, ti, sí, le, la, lo. Les, las, los.

Destacaba que no debemos confundir /las/, /los/ con los artículos de igual escritura, pero de diferentes funciones dentro del enlace sintáctico: unos, sustantivos; otros, artículos.

Yo /lo/ contaré: completamente del verbo.  ¿Qué contaré? El suceso sustantivo. Es decir esto o aquello.

/Los/libros están sobre la mesa: artículo que antecede al sustantivo /libros/, sujeto, y concuerda con él en género y número /Las/ muchachas, artículo.

Con el pronombre complementario /le/ no debe haber confusiones, a causa de lo siguiente: Le/les es una complementación indirecta: “Yo voy a llevar/le/ o llevarl/es/ el disco (a él o a ellos…”) El plural simplemente lo hago como los otros  pronombres complementarios, con /s/ al final del pronombre: “Voy a comprar /los/ (artículos) libros. Sí, voy a comprar/los/” pronombre, sustituye a libros.

Reitero la frase: “Dele/n/ un asiento al don, por favor”. La /n/ final: dele/n/, “pretende” marcar la idea de plural, pero no lo logra, porque la pluralización “figurada” va con el verbo (de/n/), /n/ al final del verbo, pedido que se está dirigiendo a un pequeño grupo que se encuentra cerca de la persona necesitada, garantizada por sus condiciones de edad, quebranto, asegurar a los niños, a embarazadas y lo demás…

Leonardo Favio escribió una pieza que se entona así:

De/n/me la libertad/. Quiero la libertad, /que yo quiero cantar/ de nuevo al amor.

Yo no quiero pelear, /prefiero desertar. /No, no quiero matar, /yo quiero cantar en paz.

El cantautor no dijo: de/m/en. Ni diría: dele/n/. Él suplicó solamente: De/n/me, con /n/ al centro. Es decir /den/, verbo en plural + /me/, pronombre en singular, primera persona.

Descanse en paz, Jorge Yury Fuad (Leonardo Favio).

Publicaciones Relacionadas

Más leídas