La lencería no es nada nuevo. Apareció en 1914 con el brasier o ajustador, un diseño que a través de los años ha sido renovado, hasta convertirse en la prenda práctica y cómoda que ninguna mujer se atreve a rechazar.
El pantie también fue reiventado formando junto al bresier un binomio interesante que se han convertido en una bonita lencería capaz de satisfacer el ego femenino.
Estas prendas que a su inicio se elaboran en algodón luego fueron confeccionadas en encajes y telas strech como la lycra. Esto ha permitido a la mujer no solo comodidad sino exhibir una ropa con mejor caída y una figura sexy.
Los colores son innovadores: beige entre los cuales se encuentran el rosa viejo, cremas, blanco, negro, azul bebé, estos son los favoritos de una mujer sofisticada y para las futuristas y vanguardistas las tonalidades violeta, los rojos, los azules, rosas y las mezclas de colores.
Pero en este mundillo de la lencería hay mujeres que apuestan por las combinaciones y prefieren mezclar un pantie de un color con un brasier de otro para de esa manera romper con lo tradicional.
Los finos encajes y bordados le dan a cada prenda una vistosidad y hermosura creando una envidiable armonía.
Las claves
1. Un universo transformado
El universo de la lencería también ha tenido significativos cambios en el diseño de la ropa de dormir, transformando las elegantes batas de finas pieles o aburridos diseños en algodón en subjetivos baby door.
2. Ideas innovadoras
Pocos son los diseñadores que se han dedicado a la creación de lencerías y entre estos figuran los renombrados Christian Dior, Jean Paul Gautier, Coco Chanel, Herve Leger y famosas marcas como Wemens secret, Victoria Secret, Chatelle y Leonisa.
3. Lencería de alcoba
Las mujeres fabulosas de finales de los 30 exhibían en sus alcobas y para tomar el té, elegantes batas vestidos en raso y finos encajes. La historia de la moda cita a la actriz Mae West, cuyo cuerpo fue inspiración de la botella del perfume de la empresaria Elsa Schiaparelli. También la actriz Vivien Leigh y la modelo Jean Seaton.