El pasado 14 de febrero inició la Cuaresma, con el Miércoles de Ceniza, lo que significa que es tiempo de abstinencia, y, una de esas privaciones propias de la Iglesia Católica, es el no consumo de carnes, por lo que desde ya es válido ir pensando y planeando también cómo celebrar este largo período que lleva a la Semana Santa, festividad que se caracteriza por una diversidad de delicias gastronómica.
Los platos de Cuaresma pueden ser tanto salados como dulces, algunos de los cuales, de seguro, estarán en las mesas de los dominicanos durante esta conmemoración de la muerte y resurrección de Jesucristo, propia de la religión católica, pero igualmente asumida por todos de una manera u otra.
Las comidas que se elaboran durante el calendario de Cuaresma, temporada de reflexión, comunión, carecen de carnes, esto debido a que es un tiempo que se caracteriza por la abstinencia y, por ser la carne uno de los alimentos de mayor demanda para la gran mayoría de los seres humanos, es la forma de privarse de algo preferido, agradable…
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Platos tradicionales de Semana Santa
Entre los platos que, por lo general, se preparan durante este asueto religioso destacan como los más populares el pescado, elaborado en diferentes versiones de recetas.
Igualmente, los deliciosos guandules verdes, tanto en moro como también guisados, con arroz blanco.
¡Con bacalao! Sí, este es uno de los alimentos de mayor consumo en la población dominicana, en este tiempo. Es algo que prácticamente nunca falta en las mesas, y además por su facilidad de elaboración.
¡Ah! y ni hablar de las ricas berenjenas, las cuales se pueden preparar en pastelón, en torrejas fritas, guisadas, asadas…
¿Y los buñuelos?
Si bien es cierto que estos se elaboran dulce, también se hacen de bacalao. Estos de acuerdo con una leyenda, se remonta al siglo XIII, cuando el Rey Fernando III puso en estado de sitio a la ciudad de Sevilla provocando una gran escasez de alimentos, y el pueblo utilizó un cargamento de bacalao y harina, almacenados en el puerto, sazonaron estos ingredientes formaron bolas y las frieron.
¡Las habichuelas con dulce! Sin duda, el postre rey de la Cuaresma; sin ellas no hay celebración.