Ministro Obras Públicas está entre los funcionarios mejor valorados

Los amantes de la Zona Colonial hemos perdido a partir de la juramentación del Gobierno del presidente Luis Abinader a un formidable contertulio, pero el país ha ganado un excelente funcionario público. Nos referimos con mucha satisfacción al Ing. Deligne Ascención, actual ministro de Obras Públicas y Comunicaciones.

Dirigente político relativamente joven, sólida formación académica, firme en sus posiciones partidarias, respetuoso de la disidencia, conceptuoso en el lenguaje, extremadamente humilde, Deligne está entre los funcionarios públicos mejor valorados.

Sus múltiples ocupaciones le impiden ahora visitar como lo hacía en el pasado reciente, especialmente los fines de semana, la cafetería – restaurant ubicada frente al parque Colón, punto de encuentros de intelectuales, políticos, poetas, periodistas, empresarios, turistas y familias que disfrutan de ese sitio paradisíaco y de sus riquezas históricas.

Recordamos que en 1978 cuando se produjo la llegada al poder del extinto presidente don Antonio Guzmán Fernández, visitábamos con frecuencia el famoso restaurant Roxy de la calle El Conde con Santomé y allí nos encontrábamos con la vieja guardia perredeísta que estaba en la oposición, pues al ocupar altas funciones en el gabinete tuvieron como es natural que ausentarse del recordado lugar.

Definitivamente, la naturaleza del poder es así, y es entendible por el compromiso que se asume ante el país, como el caso que nos asiste, el de un ministro con una apretada agenda a nivel nacional. Por ejemplo: el domingo pasado Deligne Ascención tuvo que acompañar a la vicepresidenta Raquel Peña y al Lic. José Ignacio Paliza a Baní para auxiliar a una familia víctima de una tragedia a consecuencia de un derrumbe, donde perdieron la vida tres personas.