El exitoso e influyente ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Deligne Ascención, y secretario de organización del PRM, a pesar de la alta posición que ocupa, sigue siendo el dirigente afable y visita cuando puede la Ciudad Colonial como lo hacía cuando estaba en la oposición.

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Como es un funcionario culto cuando tuve la ocasión de saludarle recientemente en el citado lugar recordó una frase del laureado poeta Pablo Neruda que no pude retener, pero que más o menos decía que seguía con los mismos amigos y visitando los mismos lugares.

Deligne sabe por experiencia que el poder es transitorio, que pasa rápido como una sombra, expresión usada por el extinto presidente Salvador Jorge Blanco, y que su mejor legado serán las obras que ejecute por mandato del primer mandatario de la nación, licenciado Luis Abinader, y el ejemplo de su conducta transparente y honesta.