Delincuencia aterroriza barrio

Delincuencia aterroriza barrio

POR GERMAN MARTE
Pese a los esfuerzos de las autoridades, la delincuencia y la violencia no se detienen en los barrios, pues últimamente en el sector de Buenos Aires proliferan bandas de maleantes integradas por adultos y menores que mantienen en zozobra a la gente decente.

Una de las víctimas más reciente de este problema social fue Pedro Tomás Miranda (El Chulo), de 22 años, a quien mataron a puñaladas seis miembros de la banda «Los Menores», quienes lo sorprendieron el pasado jueves en la intersección de las calles 8 y Oeste.

Lo extraño es que Miranda está muerto y sepultado, pero nadie está preso todavía con relación al crimen.

Vecinos del lugar explicaron que a éste lo mataron para vengar la muerte de otro joven ultimado hace seis meses en el sector, a quien apodaban «La Bujía» , por jóvenes apandillados de la calle 10, donde vivía Miranda.

Detalles del crimen

Eran como las 7:00 de la noche cuando los miembros de la banda «Los Menores» o «Los Blons» vieron «El Chulo» que iba a comprar un yaniqueque en la calle 8.

Cuentan que de inmediato lo acorralaron, que él levantó los brazos y que les dijo: «no me maten que yo no conozco a ninguna de esa gente».

Explicaron que en el ínterin trató de huir, pero que ahí mismo le dieron una puñalada y que ya herido y desesperado por salvar la vida, se metió en una casa y que sus agresores hicieron lo mismo, lo sacaron y le dieron puñaladas hasta dejarlo sin vida en un charco de sangre. «Misión cumplida», dijeron los jóvenes asesinos y se marcharon delante de mucha gente que los vio, reconoció a algunos, pero nadie está preso.

«El se refugió en una casa, se metió debajo de una cama y de ahí lo sacaron y me lo asesinaron, sin mi hijo tener problemas con nadie. Mi hijo no era de na’. Mi hijo era un bobo viejo», exclamó desconsolada su madre Dolores Rodríguez.

Afirma que aunque hubo muchos testigos del crimen, ahora nadie dice nada, por temor a represalia de «Los Menores». Doña Dolores afirma que hasta los miembros de la Policía tienen miedo de investigar a los bandoleros y que «aquí, en Buenos Aires, a cada rato salen uno y dos entierros de jóvenes».

De acuerdo con varios vecinos consultados «Los Menores» son parte de una «nación» denominada «Los Blons» a la cual pertenecía «La Bujía». Dicen que esta banda ha jurado «majar» a todos los muchachos que sean de la calle 10.

Quizás por eso murió Pedro Tomás, por vivir en esta calle polvorienta y olvidada por donde, conforme a vecinos, no se ven policías patrullando y menos por la noche.

Pero la muerte de Pedro Tomás no sólo enluta a la familia de la casa número 22 de la calle 10, sino que ha causado indignación entre muchos residentes en Buenos Aires, que ahora creen que aparentemente en el país no hay una instituciones como la Policía y la Fiscalía, para apresar a los malvados y hacer que los jueces les impongan castigos.

PIDEN BARRIO SEGURO

Los vecinos de este sector de gente pobre, que de Buenos Aires sólo tiene el nombre, pidieron a las autoridades que se extienda hasta allí el Plan de Seguridad Democrática que se inició en Capotillo y que fue extendido a otros doce barrios de la zona norte de la capital.

«Esta es una zozobra constante. Nosotros le pedimos a la Policía un barrio seguro, como están haciendo en Capotillo, Gualey, Las Cañitas y otros barrios, por favor», dijo el comerciante Alfredo Pérez.

Doña María Higinia Sierra, manifestó que ya los residentes en Buenos Aires no saben qué hacer, porque los delincuentes tienen el control del barrio, «yo no sé que hacen las autoridades».

Entretanto, Ramón Boitel, presidente del Movimiento Vecinos en Lucha, de Buenos Aires, destacó que debido al auge de la delincuencia y la violencia impuesta por algunos jóvenes, la gente del barrio tiene que cerrar sus puertas desde que cae el sol.

Según Boitel, la deficiencia de los policías es tan grande que ya la gente ni va al destacamento a poner querellas, «porque no se nos hace caso. Eso es en vano».

El dirigente comunitario pidió al jefe de la Policía, general Bernardo Santana Páez, que envíe una patrulla no uniformada a vigilar las 24 horas las calles del barrio, a ver si atrapan a los maleantes con las manos en la masa.

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