Delincuencia azota barrios cerca de río

Delincuencia azota barrios cerca de río

POR ODALIS MEJÍA
La Junta de Desarrollo de Gualey reclamó a las autoridades acciones que reduzcan  la violencia y la delincuencia en los barrios de la margen del río Ozama ante la situación de intranquilidad que viven los residentes en esas zonas.

Dijeron que la violencia en todas sus manifestaciones se encuentra muy extendida, al destacar que, según cifras no oficiales, en los primeros tres meses de este año se han registrado unos 385 casos de violaciones sexuales, de estos unos 40 corresponden a incestos, ocurridos en barrios de la capital y Los Alcarrizos.

En tanto que en Gualey y Los Guandules afirmaron que en las últimas dos semanas, unos doce jóvenes cayeron asesinados víctimas de robos y de pleitos entre bandas. Mientras que en el pasado mes de marzo se denunciaron doce violaciones sexuales en esos barrios.

Arelis Morán y Radhamés Curiel, presidenta y secretario de la Junta de Desarrollo, mostraron su preocupación por el incremento de los casos de violaciones y abuso contra los menores, por lo  clamaron por un plan urgente que frene ese fenómeno.

Esto motivó que precisamente ayer se celebrara  una eucaristía en la parroquia Santa Ana, del sector Gualey por la no violencia y el abuso infantil.

Denunciaron que además de la situación de violencia que se vive en esas comunidades de la zona norte del Distrito Nacional, los apagones se convierten en el caldo de cultivo para el aumento de la delincuencia, ya que el servicio de energía eléctrica llega una cuatro horas en el día e igual tiempo en la madrugada.

Con relación a la agresión sexual a niños, pidieron una rápida intervención preventiva y coercitiva, ya que ese incremento de la violencia y del abuso sexual básicamente en la población infantil que más ha estado sufriendo, amerita  más atención.

«Deben incrementarse los esfuerzos para poner un alto a la violencia, frenar la violencia en contra la adolescencia y la población infantil de nuestras comunidades marginadas», apuntó Morán.

Criticaron  las autoridades que a su entender están haciendo poco por las comunidades marginadas, básicamente las situadas al margen del Ozama, que viven en condiciones infrahumanas.

«Los destacamentos están haciendo un  trabajo de un perfil fajo, medianamente, no se si porque necesitan más recursos o más porque necesitan más personas o porque necesitan algún tipo de medida más radical en contra la violencia y la delincuencia», indicó Curiel.

Con relación al incremento de  los apagones, Curiel expresó que esto ha contribuido al aumento de la violencia, los robos,  atracos, tras pedir a los responsables de la compañía distribuidora AES a ampliar la oferta energética, ya que, según dijo, muchos residentes están pagando la factura eléctrica.

En tanto que en la misa, el padre Modesto Tavares, de la parroquia Santa Ana, se sumó al clamor de los dirigentes comunitarios de que disminuya el abuso infantil, al enfatizar en la importancia de la sociedad le reconozca los derechos de los infantes a la educación y la alimentación y a crecer en un ambiente sano.

Desde el púlpito, pidió a las autoridades educativas la construcción de una escuela de educación básica en el sector de Gualey, ya que cientos de niños no tienen donde estudiar.

Asimismo, llamó la atención a las familias para que ofrezcan una formación humana a sus hijos como forma de contribuir a erradicar los niveles de violencia que se encuentran arraigados en la  sociedad dominicana.

 

 

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