Delincuencia, hacinamiento e insalubridad Domingo Savio

Delincuencia, hacinamiento e insalubridad Domingo Savio

La delincuencia y la criminalidad forman parte del diario vivir de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, donde la combinación de policías y militares con antisociales se suman a la falta de iluminación para favorecer la comisión de actos delictivos.
A eso se añade la insalubridad, contra la que organizaciones de allí luchan de manera incansable, pero insuficiente por el cúmulo de desperdicios.
El coordinador de Desarrollo Comunitario del Comité Pro Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), Marcelino Moya, dijo que una de las mayores dificultades es la oscuridad en las noches.
“Muchos de nuestros muchachos que vienen de la universidad o que vienen de trabajar entre 9:00 y 10:00 de la noche, tienen que bajar escalones, calles que son un poquito hincadas y esto se convierte en caldo de cultivo para que la delincuencia arrastre a estos muchachos”, indicó.
Dijo que es normal que cuando anden por las noches los agentes policiales pregunten a los jóvenes si son militares o policías, como si eso fuera una ‘patente de corso’ para andar en las calles de su propio barrio.
“Si no eres policía o militar entonces andas delinquiendo y tienes que ser temido o no puedes andar en la calles porque tienes un perfil sospechoso”, expresó.
Dijo que al igual que como anda el país, están expuestos a altos niveles de violencia y delincuencia y no cuentan con el apoyo de las autoridades. Criticó que se señale a esos barrios como los más violentos cuando la realidad que tienen dentro es otra.
Hacinamiento y Desempleo. Respecto a la situación de las barriadas, el director de Ciudad Alternativa, Román Batista, dijo que tienen un 67% de desempleo en la población trabajadora de Domingo Savio, lo que lleva a la gente a ganarse la vida ‘chiripeando’.
Dijo que la circunscripción número 3 cuenta con 14 barrios en los que viven más de 360 mil personas, equivalentes a 27 mil por kilómetro cuadrado y eso es un indicativo de exclusión por hacinamiento que se suma al señalado tema del desempleo.
“Eso tiene que ver con la historia propia de cómo se han construido los barrios en términos de la marginalidad, de quienes hacen y dirigen las políticas públicas”, expresó.
Dijo que la juventud no tiene espacio para deportes, ni medios de expresión cultural ni de aspiraciones que en otro tiempo tuvieron.
“No tienen los espacios de formación participativa que en otros tiempos existieron. Existe una influencia muy fuerte de los celulares, redes, la moda. Los medios de comunicación que le imponen patrones y niveles de vida exógenos a la comunidad y eso crea caldo de cultivo para los problemas que les afectan”, indicó Batista sobre el particular.

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