SANTIAGO. Varias calles del centro de la ciudad permanecen casi desoladas porque la gente teme caminar por ellas, atemorizada por la ola de atracos a mano armada que se ha desatado en los últimos días.

Aunque la delincuencia no tiene horario ni día, los santiagueros están “hartos” que las instituciones del orden se mantengan al margen del problema, como si “todo estuviera bien”.

Uno de los argumentos que señalan con insistencia es que la Policía no sale a cuidar a la ciudadanía, sino que salen a matar como lo hicieron recientemente con un joven que andaba por las calles, como cualquier ciudadano, divirtiéndose sanamente. Dicen que a los verdaderos delincuentes muchas veces no les pasa nada.

Por ejemplo en las calles Jacuba, Independencia y Benito Monción los vecinos están al grito porque han saqueado varias viviendas.

Una de las vecinas afectadas es la abogada y dirigente de la Fuerza Nacional Progresista, Mercedes María Estrella, a quien encañonaron para llevarse artículos de su casa. Por suerte el caso no pasó de ahí. La abogada no quiso dar declaraciones.

Otra afectada es una hija del médico Rafael Guzmán, a quien atracaron a punta de pistola en su residencia.

“Así esta nuestra ciudad. No tenemos quién nos defienda”, sostiene Mayra Rodríguez, quien asegura que la violencia no parará si no hay un plan de toda la sociedad que ama Santiago.

Un ama de casa de El Ejido agregó que el pueblo está cansando, “jarto de los delincuentes, que quieren quitarle lo que uno con mucho sacrificio, lágrimas y sudor ha conseguido, para que en un abrir y cerrar de ojos se lo quiten y luego hasta quitarle la vida quieren”.

De acuerdo a las denuncias, a diario los ladrones cargan con dinero y artículos de las viviendas. Lo robado nunca se recupera.

Los robos mantienen en zozobra a los moradores de los residenciales los Multifamiliares de Los Reyes, Las Colinas, Gurabo, Padre Las Casas y Los Jardines, donde demandan más vigilancia policial para frenar la delincuencia.