Delincuencia y paz social

Delincuencia y paz social

La violencia delictiva se ha convertido en una constante del diario vivir. No pasa un día sin que se registre un caso de esta tipología.

Son también preocupantes los índices de reincidencia, que se alimentan mayormente de la impunidad.

Personas  con largos prontuarios de acusaciones, querellas o sometimientos judiciales, andan por ahí añadiendo “hazañas” a sus historiales. Evidencia es, más que indicio, de que por alguna razón, por omisión o comisión,  no han sido castigadas con las penas merecidas.

Si la aniquilación de delincuentes presuntos y reales no ha logrado disminuir la tendencia, es  indicación de que hay que ir más profundo en el problema. Se necesitan reformas estructurales en seguridad pública, una  planificación más efectiva de la prevención, mejor preparación del personal, y por supuesto, una remuneración justa. 

En el ámbito judicial no han servido de mucho los progresos derivados de las reformas. Se emiten con mucha frecuencia actos  cuestionables que benefician a personas inculpadas de graves delitos y hay la percepción de que se protege más al victimario que a las víctimas.

La incidencia de la delincuencia va en aumento  y la autoridad no reacciona como corresponde. No olvidemos que otros países han pagado semejante actitud con la pérdida de la paz social.

Una gigante obra de solidaridad

La Sociedad Dominicana de Rehabilitación cumple  47 años brindando solidaridad humana sin precio ni barreras. Sin titubear ni siquiera cuando la precariedad ha amenazado con diezmar sus esfuerzos.

Durante ese tiempo, Rehabilitación ha devuelto  capacidad motora a decenas de miles de personas  inhabilitadas por accidentes o enfermedades.

Aquella idea lanzada en 1959 por  doña Mary Pérez Marranzini, de organizar los servicios para rehabilitar personas con limitaciones motoras, materializó con una solidez que ha dejado huellas.

La gran prueba para esta entidad de servicio se presentó en el verano de 1963, cuando una epidemia de polio causó muerte e invalidez entre nuestros niños. Fue en esa etapa que se demostró la grandeza de estos servicios.

Nuestros parabienes a todas las personas que  hacen posible esta obra gigante de solidaridad que no se ha detenido.

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